Durante una misión deteniendo los planes del enemigo, una sorpresa inesperada toma a los ninjas cuando la misión terminó.
Una pequeña tortuga mutante estaba en la base del enemigo y ahora tendrán que tomar una decisión como familia que hacer con el...
— Su salud es estable, no parece tener un problema del que preocuparnos, pero aún me inquieta este aparato — Donatello había acabado de revisar a la pequeña tortuga.
Tomo con cuidado la pata trasera donde tenía el brazalete, había intentado quitarlo pero necesitaba una clave para poder retirarlo sin dañar a la tortuga.
— ¿Raphael sigue en su habitación? — preguntó el de morado viendo de reojo a su hermano.
— Ni siquiera fue por algo de comer — fue la respuesta del mayor.
— Entiendo su preocupación, pero me llevará algo de tiempo poder buscar como quitarle el dispositivo sin lastimarlo — comento el portador del Bo haciéndole cosquillas al pequeño.
Leonardo miro con ternura la escena, para él asegurar el bienestar del pecoso fue lo primero que cruzó en su mente cuando lo hallaron en la base del Krang.
La angustia también paso por su cabeza al pensar el infierno que sería sometido la criatura si lo hubieran dejado ahí. Aún así tendría que decirle a su padre sobre su hallazgo y tomar una decisión sobre que hacer con el pequeño.
Cuando su hermano dejo respirar al de orbes azules el de bandana azul lo tomo en brazos y le deseo buenas noches al de morado. Fue a su habitación que estaba al lado del de su hermano Raphael, solo miro la puerta unos segundos e ingreso a su cuarto.
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Al despertar la tortuga temperamental se había ido al baño para lavarse la cara, quería pensar que lo que vivió en la noche fue solo un mal sueño y que no se llevaron a su guarida un experimento del Krang.
No escucho ni un llanto y soltó un suspiro de alivio pensando que realmente todo fue una pesadilla. Se dirigió a la cocina para desayunar pero su alegría se desvaneció cuando vio a su hermano Leonardo alimentar al pequeño con papilla.
— Buenos días Rapha — le saludo el mayor dando otra cucharada al menor.
— Buenos días — respondió de mala gana el de rojo.
Donatello finalmente había llegado algo cansado, no había dormido mucho en la noche al estar investigando la información recolectada.
— ¿Te desvelaste otra vez haciendo cosas de nerds? — comento burlón Rapha viendo a su hermano menor.
— En realidad estaba investigando más sobre los datos que conseguí del Krang — exclamó sin ánimos el de morado sentándose con su tazón para servirse un poco de cereal.
— Siguen con eso, es obvio esa cosa nos destruirá si no acabamos con el ahora mismo — señaló al pequeño mutante quien intento tomar la mano del de rojo, pero este la quito de inmediato.
— Ni siquiera pienses en tocarme — le reclamo enfadado por su presencia.
Aquellas palabras hicieron enojar a Leonardo por la actitud de su hermano, sabe las posibles consecuencias de su decisión pero tampoco iba a dejar a un indefenso con el enemigo.
