¡El NO es mi hermano! (TMNT 2012)

Por favor acéptame

Habían pasado dos semanas desde que Miguel Ángel llegó a la familia Hamato. Era cuidado con cariño por las dos tortugas que veían por el, durante las noches de patrullaje era cuidado por la rata mutante.

A pesar de que ya tenía un pequeño tiempo en la alcantarilla con la familia, uno de ellos aún no aceptaba que estuviera ahí con ellos. Cuando Donnie o Leo estaban ocupados le pedían que vigilé a la tortuga.

Pero Raphael lo único que hacía era dejarlo en el suelo para ignorarlo, al principio esto era su rutina pero pronto Miguel Ángel comenzó a hartarse y una vez llegó al lado del temperamental y lo abrazo de la pierna.

— ¿¡Oye que te pasa!? — exclamó enojado empujándolo.

La caída provocó que el de orbes azules mire con miedo al de rojo y empezó a llorar llamando la atención del mayor de los hermanos.

— ¿Rapha ahora que le hiciste? — reclamo Leonardo tomando en brazos al menor para calmarlo.

— Ya te dije que no tolero la presencia de este bicho, se atrevió a abrazarme — se justifico cruzándose de brazos.

— Solo trata de ser amable, un simple abrazo no te va a matar — le regaño su hermano.

— Sigue siendo una creación del Krang — fue su única respuesta para dejar al mayor con la palabra en la boca.

Leonardo soltó un suspiro de pesadez, era la tercera vez que su hermano hacia llorar a Miguel Ángel. Sintió como le jalaba las colas de su bandana, miro al menor quien le dió una mirada triste.

— Tranquilo pequeño, no es tu culpa. Simplemente Rapha es difícil de tratar, pero no te odia — mentía en sus palabras.

Sabe que es muy inocente pero ha notado como la pequeña tortuga se ha esforzado para tratar que Raphael lo acepte, su primer intento fue darle de su alimento pero este lo rechazó.

La segunda le había lanzado una pelota invitándolo a jugar con el, pero el temperamental solo pateó el juguete lo más lejos de él y ahora con un simple abrazo también lo rechazó.

— Mira ya va a empezar héroes espaciales ¿Vamos a verlo juntos? — elevó en brazo a Miguel Ángel fingiendo que está volando.

El menor río por la brisa en su rostro mientras agitaba la cola de emoción, pronto su descenso acabo en el regazo de Leo quien tomo el control remoto y encendió la televisión el cual tomo la atención del infante.

Arropó a su hermano después de ver una hora de su serie favorita, cuando vio que se había quedado dormido lo llevo a su habitación y lo acomodó en su cama cubriendo con la sábana al menor.

— Descansa hermanito — le deseo dulces sueños saliendo de la habitación.

Fue de paso al laboratorio de Donnie para poder tener información de sus avances, le habían contado por su hermano que estaba trabajando en un dispositivo para quitarle el seguro al brazalete que portaba la tortuga.

Era la única manera que tenía para quitárselo sin dañarlo, al ingresar al laboratorio vio a su hermano con algo en sus manos mientras le pasaba el destornillador.

— ¿Aún con eso? — cuando hablo sobresaltó al de morado quien vio quien llegó.

— Ya casi está listo, pronto Mikey podrá ser libre de esa cosa — dijo volviendo su atención al invento.

— ¿Mikey? — preguntó el azulado.

— Bueno cuando estábamos solos decidí cortar un poco su nombre, le hable de varias opciones y le gustó mucho que le diga así — contó Donnie riendo al recordar el brillo en los ojos del menor.

— Suena lindo ese apodo, también le empezaré a decir así — el líder igual comento acostumbrándose a ese sobrenombre.

— Me parece algo bobo — comento para si mismo el temperamental.

Había escuchado parte de la charla de sus hermanos y decidió quitarse de la puerta antes de que lo descubran.

Iba a ir a su cuarto pero recordó lo que pasó en la tarde, no quería aceptarlo pero un poco de culpa invadía su pecho.

Después de lo que pasó había ido a la superficie a relajarse un poco, estando de techo en techo para pensar recapacitó que su reacción fue exagerada. Recordó las palabras de su padre, no puede dañar a indefensos y fue lo que hizo.

— Me pase con él — se dijo así mismo, pero sacudió su cabeza renegando.

— ¿Que estoy diciendo? Es del Krang, esa cosa no puede... No puede... — seguía sin aceptar la información sobre su origen.

Aún no podía procesar que aquella tortuga compartía la misma sangre que el, claro que es un experimento. Pero también escuchar que ellos fueron la única opción que el Krang tenía para asegurarse que la tortuga no muera a la hora de ser mutado.

— No, eso no es mi hermano — se negaba a aceptarlo, volteo la mirada hacia una calle.

En ella notó que había un cartel donde regalaban cosas que estaban dentro de una caja. Se acercó con sigilo y vio entre las cosas algo que llamo su atención.

Verificando que no hayan humanos a la vista rápidamente bajo y lo saco de la caja para regresar a su hogar. Ahora se encontraba frente a la puerta del cuarto de Leo.

— ¿Que estoy haciendo? — se dijo así mismo ingresando a la habitación.

Ahí lo vió, Miguel Ángel se encontraba durmiendo envuelto en la sábana. Raphael se acercó en silencio observando como este aún se encontraba dormido.

Acercó su mano para tratar de tocarle el rostro, pero los mismos pensamientos sobre que es un peligro hicieron que su mano quedará a una corta distancia del menor.

Renegó molesto consigo mismo porque ni el sabía que estaba haciendo, sin hacer contacto físico con la tortuga le puso en su brazo el peluche que había sacado de aquella caja.

Se alejo de el pero vió como el infante dió un bostezo y abrazo el peluche con una sonrisa en su rostro para seguir durmiendo.

— Estás soñando boberías — fue lo único que dijo y salió del cuarto.

No sé fijo que por un instante Miguel Ángel había abierto los ojos y vio a Raphael irse, quería estirar su mano hacia el pero el sueño le estaba ganando que se quedó dormido de nuevo con el peluche en sus brazos.

A los pocos minutos Leonardo había regresado a su cuarto para ver a su hermanito, pero se llevó una sorpresa al ver a Mikey con un oso de peluche en sus brazos.

— Seguramente Splinter vino a dejártelo — pensó feliz de ver cómo su padre también estaba comenzando a encariñarse del pequeño.

~•~•~•~•~•~•~•~

A partir de mañana me voy a ocupar hasta la siguiente semana ya que empezaré con los exámenes. Por lo tanto los capítulos se pausaran en un plazo máximo de 10 días.