boyss||selección argentina

leandro paredes

Nunca en su vida Milena estuvo tan callada, tampoco había con quien hablar, había apagado su teléfono en la mañana cuando le empezarin a llegar miles de mensajes preguntando por una infidelidad. No hablo con Leandro desde el día anterior, por ende no habia hablado de esta nueva información.

Su corazón dolía, demasiado. No era una ilusa, sabía que se hacían fiestas en los que jugadores e influencers iban, pero siempre ponía la mano en el fuego negando que Leandro no hacía nada. No era la primera vez que salían estos comunicados de supuestas chicas que presenciaron estos sucesos, por lo general, Mile y Lean se reían se toda la novela que hacian las personas porque sabía que su esposo era incapaz de eso.

Llevaban casi toda la vida juntos y estaban en perfecta sintonía y podría decirse en que era el mejor momento de su relación.

Pero el ver que no había sido una persona con la cual se había acostado, sino dos, la dejó pensando. Mas intrusos se volvieron sus pensamientos cuando vio que una de las que salieron a declarar que estuvo con Leandro era alguien que ya habían estado juntos con anterioridad en una habitación.

Milena se acordo en el momento que leyo su nombre, el lugar de donde la conocían. Mile y Lean habian ido a una sesión de fotos en donde se encontraron a esta chica, parecía buena onda y pego amistad con Milena. El jugador se quedo en sus cabales, no aportaba mucho en las conversaciones porque no le interesaba.

Sin embargo, Milena era una persona que pensaba mucho en poco tiempo, asi que en esas horas de la mañana en la cual apago el celular despues de ver la declaración, se sento en el sillon mientras tomaba una copa de vino y dejaba que todas los pensamientos negativos e inseguridades se colaran a su cabeza.

Al principio negó todo, no cabía en su cabeza que Leandro haya hecho eso pero despues de varias horas, esa idea iba cayendo. Asi que decidió dejar de pensar, se puso a cocinar unos fideos y puso una serie.

Las horas siguieron pasando hasta que noto que era hora de prender el celular. Con un suspiro mantuvo apretado el botón de encendido.

Para que carajo lo hizo, apenas empezó a subir todas mas notificaciones que le llegaban, noto uno que llamo su atención y era que pertenecía a la chica en cuestión.

cata.quintilla
Hola mile como estas??
Te li queria decir personalmente
y no que te enteres por los medios
pero sii, estuve con lean hace unos
dias, igual tranqui no es nada serio, tal vez
mas adelante si pero nada.

No quería que quede tirante entre
nosotras, Lean fue el q se tiro y
bueno yo soy debil. <3

Milena se rio amargada, deslizando el mensaje de la chica para eliminar. Se deslizo la mano por sus mejillas para sacar las lagrimas que sus ojos solto, no quería hacerse la cabeza y dejar hablar a Lean primero pero no estaba siendo facil.

Fue como si lo hubiera llamado que apareció por la puerta. Cerro la puerta despacio sin sacar la mirada de su esposa, le rompia el corazon verla con los ojos llorosos y demacrada.

—Hola—Leandro no sabía que decir, dejo las valijas en el medio de la entrada y camino a paso lento hacia el sillón. Los ojos de venado de Milena lo recibieron brillosos, mirando atentamente como se sentaba a su lado.

—Hola—Murmuro sin voz.

Leandro quiso acercar su mano a la morena pero no pudo, ella alejo la mano a la vez que desviaba su mirada.

—Aca no hay secretos Leandro, si me estas cagando quiero que me lo digas, no pasa nada si tenemos que tomar caminos separados. Si no queres estar con una persona la dejas y listo, no le haces una historieta y la engañas.

—Antes que nada, es falso que te cague, existen las fiestas esas, vos sabes que si. Pero en ningun momento toque a una mujer que no seas vos, nunca. En estas jodas siempre me mantuve afuera de lo que hacían los demas, ya sabes quienes. No me interesa engañarte porque no quiero, sos lo mas importante que tengo en mi vida ¿Como voy a faltarte el respeto de esa manera? Me conoces como la palma de tu mano, Milena, si de verdad pensas que hice esto, tengo que mejorar cosas.

Milena lo miro q los ojos sin ninguna expresión, agarrando el celular y mostrándole el mensaje que le mando la chica.

—Esta me mando un mensaje—Prácticamente le puso el celular en los ojos para que lea. Era mentira decir que no la conmovió las palabras de Leandro, pero necesitaba que se lo confurmara para dejar de maquinar.

Leandro puso cara de asco cuando vio la foto de perfil de la chica.

—¿Quien se supone que es?

—La de la sesión de fotos de hace unos dias.

El jugador parpadeo lento y le devolvió el celular, la agarro del brazo para ayudarla a llegar a su regazo, donde se aferro a su cinctura. Milena estaba incomoda al principio pero despues se relajo, tanto que dejo salir toda la angustia que tenía adentro. Leandro le acaricio la espalda, odiando que ella sea el centro de atencion en algo tan horrible, tratandola de cornuda consciente, mantenida, entre otras cosas.

—Se hizo esto para tapar la mala gestion del Chiqui Tapia, le pagaron a minas para subir eso, aparte malisima la mentira, re patas sucias las que dicen que me las cogi en el baño.

Quiso bromear pero se dio cuenta que no era buena idea cuando la oyó llorar mas fuerte. La separo de su pecho y la obligo a la mirase, con sus grandes manos sosteniéndole mas mejillas.

—Escúchame, es mentira, te lo puedo jurar con mi mama que nunca toque a otra mujer. No tengo necesidad de hacerme el gato con las mujeres cuando te tengo a vos, literalmente sos la mujer de mi vida.

Milena lo miro con la cara mojada y moqueando.

—Te amo—Le dijo Leandro acariciando su rostro.

—Yo también te amo.

Mile se acerco y dejo un casto beso en sus labios, despues dejandose caer a su hombro, deslizando su mano sobre el pecho de Lean.

—Perdon que te hayan hecho pasar un mal dia, están todos como locos en el plantel.

—¿Es verdad lo de Paulo no?

El silencio le dio la respuesta.

—Le dije doscientas veces que haga las cosas bien pero no escucha—Se quejo Leandro.

—No te podes hacer cargo de sus problemas Lean, esta grande ya. Oriana me mando una banda de mensajes pero no le conteste.

El chico dejó salir un suspiro pesado—Que quilombo que nos metieron.

—Vi el gesto que le hiciste a los brazucas, creo que me lo vas a tener que explicar mejor.

—Como no.

—Ah, y si me llegas a cagar posta, lo minimo que te hago va a ser darte con un cascote en todo el auto y romperte la cabeza.

—si amor