☆ Cap. 42

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El martes de la siguiente semana tardó en llegar al parecer de Jeon, tal vez era porqué ansiaba tanto pasar un rato con Jimin o porque su fin de semana estuvo lleno de trabajo, sea la razón que fuera eso ya no importaba, el día finalmente había llegado y por lo tanto se encontraba de camino a la casa de los Park. El pelinegro no se había enterado de lo que había pasado el viernes, o al menos no sabía mucho, solo lo básico, Soyoon y Bibi se habían acostado y eso había roto el corazón tanto de Chungha como de Namjoon, pero no sabía más.

Sobre lo que pasó con Taehyung y Yoongi tampoco se enteró ya que él y su amigo no habían tenido mucho tiempo para hablar, en cuanto a Jimin, el día sábado y domingo los había ocupado para dormir y recuperarse de la gran resaca, consecuencia de la noche del viernes.

Al momento que Jungkook llegó a la propiedad Namjoon lo recibió, se saludaron con amabilidad como siempre y después subió, sabiendo con certeza que su novio seguía dormido. Tal como pensó lo encontró profundamente dormido, enterrado en sus cobijas, solo con sus ojos cerrados a la vista, cosa que lo hizo sonreír ampliamente; Jungkook no perdió oportunidad, dejó sus cosas en el suelo, se quitó la sudadera al igual que los tenis, fue al otro lado de la cama y se metió en las cobijas, abrazando a su novio con delicadeza para no despertarlo, por inercia Jimin se movió y colocó uno de sus brazos en su pecho. El pelinegro volvió a sonreír. No supo cuanto tiempo estuvo despierto, pero esos minutos los ocupó para admirar a su novio dormir, lo había visto decenas de veces pero aun no se cansaba, no se cansaba de aquellas pequeñas pestañas qué se asomaban y brillaban con la luz del sol, de sus labios abultados, sus mejillas rosadas y su respiración tranquila.

Jungkook despertó gracias a los sonidos en la puerta, cuando pudo reconocer los sonidos se dio cuenta que estaban tocando y que Jimin también ya había despertado.

— ¿Quién... es? — Preguntó Park entre un bostezo, mientras se tallaba los ojos.

— ¿No van a desayunar?— Preguntó Namjoon del otro lado, Jungkook pudo notar como el contrario fruncia un poco el entrecejo y antes que contestara, se dio cuenta de su presencia.

— ¡Kook! ¿A qué hora... llegaste? — Cuestionó el chico bostezando nuevamente.

— A las ocho — Contestó el pelinegro, tallandose un poco los ojos

— ¡Bajamos en un rato, Nam! —Mencionó Jimin, acomodándose de nuevo, recostando su cara en el pecho de su novio — Debiste haberme despertado.

— Hmm, no, te veías muy lindo dormido — Contestó Jungkook, comenzando a acariciar su lindo cabello, notando que el morado ya se estaba despintando nuevamente — ¿Quieres volver a pintarlo de morado o tienes pensado otro color?—

— Ya está horrible, ¿verdad?—

— No dije eso, solo que el morado se cae muy rápido —

— Siendo sincero no sé, ¿Crees que ya sea tiempo del azul?— Preguntó Park, girando un poco para colocar su mentón en el pecho de Jungkook y así poder mirarlo. El pelinegro lo miró unos segundos y después a su cabello.

— Si quieres puedo pintarlo de azul, de seguro te quedará increíble — Mencionó Jeon.

— Dices eso con cada tinte nuevo qué me pones — Comentó Jimin divertido

— Pues es que todos te quedan increíbles — Aclaró Jeon con una pequeña sonrisa — Serás más pitufo qué nunca, tanto por tu cabello azul como por tu estatura.

— ¡Jodete! — Jimin le dio un pequeño golpe en el pecho al contrario, haciéndolo reír, viendo como se levantaba de la cama revelando su linda pijama. Jungkook lo siguió, aún riendo

Lindo Arcoíris ☆ AU KM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora