Lindo Arcoíris ☆ AU KM

☆ Cap. Final

POV JUNGKOOK.

Septiembre siempre fue uno de mis meses favoritos, y no por mi cumpleaños, sino por aquellas tardes lluviosas qué llenaban la ciudad de Busan, no porqué en esos días solo estuviera durmiendo (ojala) sino por una sencilla razón, no había calor. Además de que era mucho más cómodo trabajar con un día nublado, aunque esta vez no estaba en el restaurante, sino recostado en uno de los sofá de la sala de arriba, viendo Harry Potter y la orden del fénix.

— Cielo, ¿cuándo iremos al super? — Preguntó Jimin, sentándose junto a mi con un pedazo de brownie en su mano.

— ¿Ya faltan muchas cosas? —

— Algunas — Mencionó — Además de que necesitas colocar bien esa cortina ya que a alguien se le ocurrió qué era buena idea adoptar a un golden, un Husky y un doberman.

Reí ante las palabras de Jimin, recordando aquella tarde donde los tres perros se estaban correteando por toda la casa y tiraron la cortina de la sala gracias a eso.

— Terminando la película nos vamos — Comento, viendo como Jimin asentía y se acurrucaba junto a mi comiendo su brownie. A la película ya no le faltaba mucho, de hecho ya estaba en la parte final, y como lo último ya no me gustaba verlo (la muerte de Sirius) apagué la televisión y bajamos al primer piso para poder irnos. El camino al super fue divertido, aunque toda mi vida desde que conocí a Jimin fue así, ya habían pasado casi diez años desde que lo tuve en el auto cantando canciones de Taylor Swift por primera vez, y aun así, me seguía causando aleteos cada que lo veía ser tal feliz con su música. Estaba seguro de que siempre sería así.

— Ahorita qué estoy escuchando labyrinth, la verdad a mi si me asustó cuando comencé a enamorarme de ti — Habló Jimin — Y no tanto porque fueras un chico, sino por ser mi mejor amigo.

— Dímelo a mi — Hablé. — Eras el primer amigo que tenía en años, luché contra eso meses, Jimin.

Al ver como fruncia el entrecejo volví a hablar.

— Y no lo mal intérpretes, pero fue muy complicado en su momento, eras el primer amigo que tenía en mucho tiempo, no quería perderte por haber confundido las cosas y enamorarme de ti — Aclaré — Aunque ha sido lo mejor que me pudo haber pasado.

Jimin sonrió al escucharme y tomó mi mano, aproveché ese gesto para alzarla a mis labios y dejarle un delicado beso sobre ella.

— Bueno pero no hagas eso que me enamoro más — Al escuchar sus palabras comencé a dejar más besos sobre su mano, esta vez un poco más rápidos, escuchando su hermosa risa. — Kook vas a chocar.

Al escuchar eso negué con la cabeza y estacioné bien el auto, aprovechando que ya habíamos llegado al super. Al hacerlo lo apagué, quité mi cinturón y me acerqué a mi esposo para comenzar a darle más besos, esta vez por toda la cara, el cuello y algunos en sus brazos, escuchando esa preciosa risa que me daba las fuerzas para levantarme por las mañanas.

— Espera loco — Habló entre risas — Te voy a morder si sigues así.

Alce los hombros ante lo que escuché y seguí besandolo hasta que sentí como mordía mi cuello sin tanta fuerza, haciéndome reir.

— Eso en vez de alejarme me va a calentar, Minnie.

— Me olvidaba que eres masoquista — Asentí ante sus palabras y después me acerqué a sus labios para besarlo con lentitud y profundidad, saboreando sus textura, sintiéndome en casa al probar su conocido sabor a fresas. Estaba seguro de que si había un lugar al que perteneciera, sería ahí, besando sus deliciosos labios.

— Kook... — Al escuchar su voz acelerada un escalofrio recorrió todo mi cuerpo y maldije estar en el auto en esos jodidos momentos.

— No me hables en ese tono si ya sabes lo que va a pasar — Comenté.