☆ Cap. 50

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Si a Jimin le preguntaban de qué color era su vida, de inmediato contestaría qué dorada. Normalmente diría que era roja, o en su mayoría de tiempo azul con tonalidades de gris, pero en esos momentos, era dorada en su totalidad. Los últimos rayos del sol llenaban aquel lindo parque abandonado y se reflejaban en el agua de la fuente qué tan bien conocía, el aire era frío y lo golpeaba con fuerza, pero no recordaba una vez que se haya sentido tan completo.

Era martes por la tarde, habían terminado sus clases de aquel día y se encontraba en su calle favorita, observando una de sus cosas favoritas, junto a su persona favorita. Jeon había ido por él aquél día para dirigirse a Cornelia Street, tal como acostumbraban. Habían comido, reído y bailado, habían jugueteado en el parque y también sé habían mojado con el agua de la fuente, pero en esos momentos solo estaban sentados uno junto al otro, observando aquel bello atardecer qué los saludaba aquel martes, en silencio, solo con el sonido de las hojas de los árboles chocar y la del agua cayendo en la fuente. Park recargó su cabeza en el hombro de su novio, sintiendo como le daba un pequeño beso, haciéndolo sonreír. Jimin siempre fue una persona sensible, admiraba el mundo de una forma diferente, veía el mundo distinto al de los demás y por esas razones, sentía más; ese momento fue la clara muestra de eso.

Unas lágrimas cruzaron sus ojos y sonrió, porqué no eran lágrimas de tristeza, mucho menos de enojo o una emoción negativa, era todo lo contrario. Eran lágrimas de felicidad. Nunca se había sentido tan feliz y en paz, el sol y el aire lo acariciaban con cariño, pero aseguraba que nada de eso se sentiría tan mágico si no estuviera con Jungkook.

Con su lindo Jungkook, con aquél pelinegro de ojos preciosos que se ganó su corazón de una forma qué no creía posible, que le hacía sentir cosas que antes aseguraba no eran reales, que le había enseñado lo que era el amor y entonces recordó aquella linda canción que adoraba de uno de sus álbumes favoritos de Taylor. Daylight. Jimin siempre fue una persona romántica, no tan intenso como su novio pero lo era, amaba el romance "básico", le encantaba ese romance qué veía en las películas, en dónde se enamoraban, se casaban, formaban una familia juntos y después morían. Ese era justamente el romance qué quería con Jungkook y no podía esperar por ver todo lo que la vida les tenía preparado.

— ¿Cómo sería nuestro ship?— Escuchó, llamando su atención — Estuve pensando, tengo muchos ships pero no conozco el de nosotros.

Jimin sonrió un poco al escuchar eso, pensando por unos segundos.

— Jikook — Contestó — Ji por mi y kook por ti.

— Hmm, pero normalmente ponen primero el nombre del top — Park rió un poco al escuchar eso y después golpeó el hombro del pelinegro — Era broma, Jikook me gusta.

— Y empieza con J como nuestros jueves — Mencionó Jimin, sonriendo.

— Necesitamos uno que empiece con M para cubrir el martes — Comentó Jungkook. Ambos chicos guardaron silencio de nuevo, pensando en otra conjunción de sus nombres qué empezara con M —¡Lo tengo! Minggukkie —

— Ow, ese es muy lindo.

— Entonces quedamos en martes de minggukkie y jueves de jikook — Jimin sonrió y asintió, colocando la mirada de nuevo en el cielo. Era hermoso, los rayos del sol causaban una hermosa combinación de morado y naranja en las nubes qué estaban sobre ellos, además del dorado tan precioso qué seguía a un sol qué estaba apunto de ocultarse.

— ¿Recuerdas aquella vez que te dije que mi color favorito era el crema?— Preguntó Park, viendo como su novio asentía — Ya no lo es.

— ¿Ah no? ¿Entonces cuál es?—

— El dorado — Jungkook miró el atardecer por inercia unos segundos y después regresó su atención a novio

— ¿Por eso?—

Lindo Arcoíris ☆ AU KM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora