Capitulo 12

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Asli en multimedia


Mi avión acaba de aterrizar en New York.

Voy en busca de mi equipaje para luego ir a la zona donde están los colectivos. Aria me llamo antes de tomar el vuelo y me informó de que ella y las chicas no iban a poder venir a buscarme al aeropuerto, debido a que tenían asuntos que atender.

Camino por el aeropuerto arrastrando mi maleta mientras miro a mi alrededor los reencuentros de padres e hijos, novios, esposos, abuelos hasta inclusive de mascotas. Todos se muestran felices por volver a ver a sus seres amados y tal escena hace que me sienta tan sola en estos momentos.

Sigo andando, apartando los tristes pensamientos y repitiéndome que pronto tendré mi reencuentro.

- ¡Pelinegra! - gritan sacándome de mis cavilaciones. Me doy vuelta y la sorpresa se plasma en mi rostro al ver a Asli correr hacia mí con los brazos extendidos.

Se tira encima mío provocando que pierda el equilibrio y caigamos al suelo.

-Estás loca- le digo riéndome.

Li me sonríe haciendo que sus ojos se achinen.

Se levanta y me extiende la mano para que yo igual lo haga y cuando estamos nuevamente de pie vuelve a abrazarme, pero esta vez sin caernos.

-Te he extrañado mucho- confiesa.

-Y yo a ti castaña.

La abrazo más fuerte.

-¿Y a nosotras no? - se queja Charlotte a mi espalda.

Volteo y me encuentro con Charlotte y mi hermana, quienes me miran con una amplia sonrisa en sus rostros.

-Claro que sí loquillas- les digo y me lanzo a sus brazos.

No puedo expresar la felicidad que estoy sintiendo en estos momentos, el volver a verlas y estar en los brazos de mis amigas y mi hermana es algo único, que ni por todo el dinero y poder del mundo cambiaría, son estos instantes que hacen que la vida valga la pena, que cada momento malo sea una nimiedad al lado de ellas. Mi familia y mis amigos son la fuerza que me mantienen en pie, con una sonrisa cada mañana, con una carcajada cada día, porque sin ellos yo aún seguiría en el pozo al que fui desterrada. Son mi hogar, al lugar que siempre podré llegar cada vez que la vida me golpee, cada vez que sienta que no pueda más, son ellos quienes me ayudarán a levantarme y quienes pondrán el pecho a las balas hasta que yo esté preparada.

-Por fin todas juntas- chilla Lottie pegando brinquitos con nosotras.

-Creí que no podían venir a buscarme- les digo deshaciendo el abrazo.

-Queríamos que fuera una sorpresa- revela Asli quién sostiene mi maleta.

Ni me di cuenta en qué momento la solté.

Hace como una hora, ya nos tuvieron que haber robado nuestras tangas favoritas.

-C' mon girls, que hoy nos espera una noche inolvidable- proclama Lottie moviendo las caderas con Asli acompañándola.

Ari y yo nos reímos al ver como las personas que caminan a nuestro alrededor nos miran con rareza, ya que ahora las chicas pareciesen que estuvieran haciendo un ritual con mi maleta en el medio.

-Mejor vayámonos, antes que crean que somos brujas y llamen a un cazador- comenta Aria a mi lado al ver como los guardias comienzan a mirarnos.

-Yo quisiera ver a ese cazador, y en especial su arma- dice Charlotte en un tono coqueto.

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