Narrador omnisciente
Ser un Alfa macho puro tenía muchas ventajas.
Contabas, entre otras cosas, con fuerza, vitalidad, inteligencia, belleza y un miembro viril de gran tamaño.
En otras palabras:
El ADN perfecto.Pero para la mala suerte, la población nivel mundial no contaba con muchos Alfas de raza pura.
Por lo general había Omegas, Betas y Alfas, pero no puros ni dominantes .
¿La pequeña pero importante diferencia?
El Alfa puro engendra, a su vez, Alfas puros.
En cambio un Alfa macho común puede engendrar Omegas y Betas, lo más normal en porcentaje. Pero nunca otro Alfa, menos con total pureza.
Jeon JungKook nunca se sintió muy especial por eso, o tal vez nunca le importó ni sacó provecho.
Vivía en una rústica cabaña con su actual pareja, Kim SeokJin. Ambos eran granjeros, su soporte económico se trataba de eso, cría y venta de animales y vegetales, y lácteos. Tenían un pequeño puesto en el mercado central.
Todo muy humilde, el dinero justo y necesario.
Y SeokJin era un Beta.
Hace más de un año que trataban de tener un hijo, por lo menos querían darse ese pequeño lujo, pero Jin obviamente no quedaba en cinta.
Mayormente si se realizaba una comparación, era el Beta quien sufría por no poder embarazarse.
Tenía muchas ganas de convertirse en padre y amaba con locura a JungKook.
También debía ser un agradecido de que el Alfa se haya fijado en él. Seok era mayor por siete años, bastante diferencia de edad, y un simple Beta, o así se describía él .
En cambio, Jeon era un ser tan bello y requerido por muchos, que le costaba creer que era su novio.
SUYO.
Nadie podría quitárselo jamás. Porque de tantos pretendientes lo había elegido a él, y Jin confiaba plenamente en Jungkook.
Ahora, como todos los días, la pareja tenía una rutina antes de ir al mercado. Jin ordeñaba la vaca y guardaba la leche en jarrones de cerámica y Jeon cortaba la leña para que a la noche no falte en el hogar. Era de lo más necesario ya que cuando el sol se ocultaba empezaba a helar.
Pero, lamentablemente para la feliz pareja, la tranquilidad no duraría para siempre. Unos caballos se escucharon galopar muy cerca. A Kook le llamó la atención, ya que no había mucho movimiento alrededor de su humilde casa. Nadie pasaba seguido por esos lados.
Dejó su trabajo luego de partir un tronco con su hacha y llevó su mirada hacia el camino.
Frunció el ceño al ver a los soldados del nuevo Rey.
¿Qué hacían tan lejos del castillo?
¿Acaso estaban reclutando nuevos soldados?
Él no se iría, no dejaría a Jin por más que la paga sea muy buena. Y mucho menos para cuidar a un engreído Rey rodeado de oro. No tenía un buen concepto sobre ese Omega, sobre ninguno que sea de la realeza.
Se acercó a la cerca cuando vió a los soldados, los cuales eran unos veinte aproximadamente, frente a esta.
Quien parecía ser el General, habló:
-¿Alfa Jeon JungKook?- Preguntó desde arriba de su caballo.
Jeon limpió su rostro con la camisa, una que hace ya varios días atrás dejó de ser blanca y asintió con desconfianza.
-El Rey Kim TaeHyung solicita de tu presencia – Informó.
Jin, al escuchar ruidos, salió del granero limpiando sus manos con un trapo. Rápidamente se preocupó al ver la cantidad de soldados pertenecientes al Rey y sin perder más tiempo corrió hacía su futuro esposo.
-¿Para qué me quiere el Rey?- Preguntó Jeon de mala manera. Tenía el leve presentimiento que se avecinaban grandes problemas.
Seok llegó a su lado y lo tomó de la mano, sin dejar de mirar fijamente al General.
-Joven Jeon ¿vendrá con nosotros por las buenas o por las malas? – Inquirió el General sin quitar la mirada del recién llegado.
Kook ni si quiera se inmutó por la amenaza, sólo se posó frente a su pareja.
-Díganme para que mierda me quiere y podré contestarle su pregunta–
El General rió y algunos de su tropa lo acompañaron en eso. Seok no entendía lo que pasaba, pero cuando uno de los soldados lo informó casi cae desmayado.
*Fuiste elegido para engendrar a su cachorro*
¿Fue elegido por el Rey?
El autoestima del Beta se destruyó por completo. Si su pareja conocía personalmente al Rey Omega, lo perdería sin dudas.
Una sola vez, hace dos años, pudo ver a Kim TaeHyung ya que debía llevar algunos alimentos para un banquete real y quedó embobado. No solo por la belleza física, sino por la finesa y delicadez con la que se manejaba el ahora soberano.
Kim Taehyung era lo que él nunca podría ser y exigía a Jungkook lo que Jin no podrá darle.
JungKook emitió una risa nasal y todos parecieron aguantar la respiración.
-Lo siento mucho General, pero díganle al Rey que busque a otro – Escupió el Alfa –Váyanse de mi territorio ahora mismo y no vuelvan-
La pareja les dió la espalda y caminaron dirigiéndose a la cabaña. Seok, temblando del miedo porqué sabía que lo que ordenaba el Rey se cumpliría, quieras o no.
El General suspiró alto.
-Será por las malas entonces – Murmuró refregando sus ojos con cansancio – Vayan por él, pero no lo lastimen. Tiene que estar en buen estado para su majestad –
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EL ELEGIDO [KOOKV]
General FictionKim TaeHyung es un Omega de raza pura, quién heredó el trono del reino del sur. Por pedido de sus consejeros reales debe engendrar a un heredero Alfa puro. Eso sólo puede llevarse a cabo por un Alfa pura sangre. ¿Quién será el elegido para preñar al...