Narrador omnisciente
Siete largos días le llevó a JungKook poder llegar a la cabaña sin su caballo.
Estaba realmente agotado, con demasiado hambre, sed y de muy mal humor. Él deseaba volver al palacio junto a su Omega, lo extrañaba y su animal interno se encontraba más inquieto que nunca.
Quería tenerlo de nuevo en sus brazos, necesitaba marcarlo con su aroma, besarlo hasta el cansancio.
Sus charlas en la madrugada hasta que quedaban dormidos eran indispensables para su paz mental, JungKook requería escuchar de nuevo su voz.
Se sentía como estar muriendo poco a poco.
Además ¿Qué pensará su Omega? ¿Creerá que lo abandonó?
Rogaba que no, Taehyung debía leer la carta, NamJoon debía explicarle todo.
Al ingresar a la cabaña y ver a Jin en ese estado, sabía que su regreso al palacio tardaría mucho más.
El Beta estaba sobre la cama, retorciéndose de dolor, con la mirada pérdida, envuelto en capas de sudor, y dando altos alaridos.
Por supuesto que lo primero que hizo Jeon fue ir a ayudarlo, tratar de aliviarle el dolor con compresas frías, hablarle pensando que eso lo calmaría, lo cubrió con las pocas mantas que sobraran, encendió el hogar a leña, lo alimentó.
Podría jurar que también sintió cierto aroma sobre él, uno que jamás había sentido antes.
Hizo todo lo que estuvo a su alcance pero SeokJin no parecía mejorar, al contrario.
Durante el día, JungKook se encargaba de los animales y la pequeña huerta que estaba bastante maltratada, por supuesto no dejaba de lado a Jin, pero las noches eran las peores.
El Beta despertaba emitiendo fuertes gritos de dolor que sonaban desgarradores, como si estuviesen clavándole un cuchillo o algo parecido.
JungKook no sabía que hacer para calmarlo, le preguntaba cómo podía ayudar o que le dolía y el ajeno solo apretaba su vientre dejando marcas rojas en su piel.
Jeon ya estaba desesperado, quería salvar al Beta y tampoco se olvidaba ni por un minuto de su principal objetivo:
Volver junto a su Omega.
Dos semanas después, una madrugada en la que el Alfa puro ya no sabía que más hacer, buscó por cada parte de la cabaña algún objeto de valor, lo que sea, para poder pagarle a un curandero y que revise a Seok.
Estaba a punto de darse por vencido cuando la notó, una moneda de oro sobre el sucio suelo de la cabaña.
No sabía de dónde había salido, supuso que NamJoon en su estadía la perdió, pero la tomó rápido, colocó un abrigo y antes de salir le pidió a Seok que aguante un poco más, informándole que volvería pronto con ayuda.
Buscó su caballo, el único que tenían, y salió de allí en dirección al pueblo, más precisamente a la casa del curandero.
Al llegar, descendió del animal y tocó la humilde puerta con todas sus fuerzas hasta que el curandero, un Alfa, apareció frente a él, un poco de mal humor ya que habían interrumpido su sueño.
JungKook le explicó rápido la situación y luego de pagarle, el ajeno tomó todos sus utensilios necesarios y salieron de vuelta a la cabaña.
Los gritos de Jin podían escucharse desde afuera, y eso aumentó el disgusto de Jeon.
Cuando el curandero comenzó a revisar a Seok, las sospechas de lo que le sucedía no tardaron en llegar.
Colocó algunos ungüentos en ciertos lugares y luego comenzó con la yema de sus dedos apretando en el vientre, justo dónde Seok tenía sus manos anteriormente.
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EL ELEGIDO [KOOKV]
General FictionKim TaeHyung es un Omega de raza pura, quién heredó el trono del reino del sur. Por pedido de sus consejeros reales debe engendrar a un heredero Alfa puro. Eso sólo puede llevarse a cabo por un Alfa pura sangre. ¿Quién será el elegido para preñar al...