Capítulo 6

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Narrador omnisciente

El General preparó varias bolsas de tela llenas de comida, desde carnes hasta frutas y verduras y también guardó en un pequeño baúl algunas mantas y frazadas. El invierno estaba cerca y las fuertes nevadas no tenían piedad de nadie, mucho menos con las personas de bajo nivel social.

Hubiese llevado más elementos pero no podía ir muy cargado en el caballo.

Con todo listo, caminó hasta los establos y escogió, según uno de los escargados de los animales, el caballo más veloz y cargó todo.

Su Majestad le había ordenado que vuelva rápido así que por nada en el mundo se tomaría su tiempo. Aunque se iba tranquilo sabiendo que TaeHyung estaba muy bien protegido.

Salió del castillo con la dirección directa hacía la cabaña del Alfa puro, tal vez y con mucha suerte en menos de diez horas estaría allí.

En el viaje, recordó la primera impresión que tuvo cuando vió a ese Beta de cabellos oscuros por primera vez. Le pareció precioso a simple vista pero muy desaliñeado y sucio. Él era muy observador y notó la mirada que le dedicaba el chico al Alfa puro, era tan profunda y fuerte cargada de sentimientos. Como si JungKook fuese lo más preciado en este mundo o su salvador.

Sintió una leve molestia, no por celos sino por envidia. Deseaba que alguien lo mirase con la misma pasión y lo adorara.

Creyó que el amor entre la pareja no era recíproco, hasta que Jeon le pidió que cuidara del Beta.

Pero había algo que aún no cerraba y esperaba, para calmar su curiosidad, poder tener respuestas concretas sobre la relación.

Era muy raro ver a un Beta con un Alfa. Por lo general los Betas suelen estar con otros Betas o por último, con Omegas.

Los Betas machos no pueden reproducirse y era ridículo pensar que JungKook era quién recibía.

En otras palabras era una pareja sin sentido.

Varias horas pasaron y le pareció necesario frenar, por primera vez, cerca de un arroyo para que el animal beba agua y se alimente.

Él también aprovechó para hacer lo mismo y luego siguió con su camino. Estaba cerca unos kilómetros más y llegaría.

Sólo rogaba mentalmente que no sea demasiado tarde.

Cuando al fin llegó, bajó del animal y contempló el lugar del otro lado del cerco.

Estaba todo en silencio, como si nadie se encontrara en la zona y eso lo alteró un poco. Era casi la noche y ya nadie estaba en el mercado central.

Ató al caballo en la medianera y caminó hasta la pequeña puerta para ingresar.

Estaba agotado y sus piernas dolian por la cabalgata pero se dirigió al establo y luego al granero encontrandolos vacíos, exceptuando los respectivos animales.

A pasos rápidos se dirigió a la cabaña y abrió la puerta enpujando fuerte con su hombro y brazo izquierdo.

Fue lo primero que divisaron sus ojos en el humilde espacio. SeokJin estaba tirado en el suelo al lado del hogar a leña que se encontraba apagado, con varias botellas vacías de vino de arroz alrededor suyo. Parecía inconsciente y NamJoon creía que sería por la cantidad de alcohol que bebió pero había otro factor:

Tenía sus muñecas cortadas.

Emitió un jadeo de susto, se acercó al contrario y lo tomó en brazos para dejarlo sobre la mesa de madera tirando algunas cosas que estaban en esta.

Tomó las muñecas para observar la herida que sangraba y se calmó un poco al notar que no eran de manera vertical sino horizontales.

No había riesgo de muerte, sólo eran lesiones externas pero debía curarlas por que podían infectarse.

EL ELEGIDO [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora