Narrador omnisciente
El Beta SeokJin se encontraba boca abajo sobre unas sábanas sucias, sus caderas empinadas y sus nalgas bien abiertas para poder recibir de buena manera el miembro del General.
NamJoon embestía sin parar, ambos cuerpos completamente desnudos, sudados y con restos de fluidos ajenos. Ya habían perdido la cuenta de cuántas veces se fundieron el uno en el otro.
La leña que se encontraba en el hogar, mismo lugar que usaban para cocinar o calentar agua, estaba casi por apagarse.
Los días contaban en encargarse de la granja y los animales, almuerzos y cenas juntos, lindas charlas que mantenían entretenido a SeokJin y luego potentes rondas de sexo.
Cuando terminaron el primer encuentro sexual, el Beta se había derrumbado en lágrimas. No estaba arrepentido al cien por ciento, porqué el General lo tocó de una manera que lo crispó por completo, sólo era todo muy reciente.
¿JungKook pensará en él? ¿Volverá y será todo como antes?
Eso mismo le preocupaba, el Alfa puro tenía la oportunidad de formar una familia, no sólo con el rey, sino con cualquier Omega del pueblo, nadie se le resistiría.
En cambio con él pasaban los días juntos como sin un propósito, sin un futuro concreto...
No quería seguir arrastrando a JungKook a eso, a la infelicidad, a la monotonía. A qué todos los días sean aburrido e iguales que el anterior.
Pero a la vez lo quería de regreso, quería seguir sintiéndose contenido, estaba encaprichado. Estaba acostumbrado a él.
Y con NamJoon, desde un principio sabía que él General debía volver al palacio para continuar con su trabajo, proteger al Omega monarca.
Por eso iba a aprovechar de él hasta el máximo, hasta quedar al fin satisfecho. Sin culpas, sin remordimientos.
Unas buenas folladas y ya.
-Nam...por favor, más fuerte - Demandó moviendo sus caderas para profundizar los embistes, para llegar a tocar ese punto que lo llenaba de placer.
El Alfa cumplió con los pedidos demandantes del Beta, por más que sus rodillas dolían por la posición y no tener debajo una buena manta, lo único que le importaba era complacerlo.
Acercó, sin parar un segundo, su pecho a la espalda ajena y comenzó a besar el cuello y parte de la nuca, luego se deslizó mordiendo y chupándole la mandíbula. Ascendió hacía el oído y antes de hablar le otorgó una leve mordía en el lóbulo -SeokJin, eres tan perfecto- Declaró con la voz agitada, aunque dos tonos más bajo, haciendo del momento mucho más caliente.
Fue demasiado para el Beta, ya que por su duro miembro comenzó a largar tirar de semen sobre las telas, haciendo un desastre de fluidos bajo suyo.
Sus piernas temblaron y cayó tratando de regular la respiración, Nam perdió un poco el equilibrio y casi cae sobre su cuerpo, pero logró incorporarse, le dió unos segundos y giró ambos cuerpos.
Los dos del costado izquierdo, el Alfa detrás volviendo a un esbiste esta vez más lento, él todavía no había llegado.
El brazo del General se deslizó por la cintura ajena, dónde acarició la zona con mucho cariño y suavidad, Jin tiró la cabeza hacía atrás -Bésame, Alfa- Rogó con sus ojitos cerrados y al instante sintió los labios ajenos sobre los suyos, gimió porqué le gustaba el tacto, los belfos se acomodaban unos sobre otros como si hubiesen sido creados para unirse. Como si los labios del General le pertenecieran sólo a él y viceversa.
Seok llevó su mano derecha a su pierna del mismo lado, para tomarla de detrás de la rodilla y elevarla un poco, de esa manera NamJoon podía moverse mejor y tan profundo que era la gloria misma. No importaba que esté agotado, deseaba que el ajeno tenga su debido orgasmo.
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EL ELEGIDO [KOOKV]
General FictionKim TaeHyung es un Omega de raza pura, quién heredó el trono del reino del sur. Por pedido de sus consejeros reales debe engendrar a un heredero Alfa puro. Eso sólo puede llevarse a cabo por un Alfa pura sangre. ¿Quién será el elegido para preñar al...