Capítulo 3

3.6K 512 60
                                    

Narrador omnisciente

-¡Les digo que me suelten!- Ordenó un muy enojado JungKook mientras cinco guardias lo arrastraban hacía el interior del palacio -¡Hijos de puta! ¡Los mataré uno por uno!-

El General suspiró pesado, mientras caminaba delante de ellos.

No había sido fácil llevarse al Alfa puro, varios soldados quedaron heridos casi de gravedad.

Si bien JungKook recibió unos golpes, ya que no tuvieron otra opción, no se daba por vencido.

Tuvieron que atarlo de pies y de manos con cadenas, ya que las sogas las partió a la mitad de un tironeo.

El General debe admitir que le dolió o mejor dicho, le molestó un poco dejar a la pareja del Alfa llorando desconsolado.

Quizá luego, si estaba de buen humor, le llevaría algo de comida para compensar la temporal perdida.

La gente de bajos recursos es fácil de comprar.

-¡No voy a coger con nadie!- Siguió JungKook sin dejar de patalear y tirar puños al aire.

NamJoon, así como se llamaba el General, se giró claramente enfurecido.

Cortó la poca distancia que había con JungKook y lo tomó fuerte de los cabellos -Escucha, maldita escoria – susurró con la mandíbula tensa – Ten respeto por tu Majestad. Porque de otra forma no saldrás vivo de aquí ¿Entend-

La última palabra no pudo ser formulada por completo ya que JungKook le propino un golpe con su propia cabeza.

En otras palabras, un fuerte cabezazo. Seguramente muy doloroso para ambos.

-¿General? ¿Se encuentra bien? – Preguntó uno de los soldados al notar que NamJoon se tambaleó.

El cuestionado asintió apenas notando un leve mareo y su vista algo borrosa.

El maldito golpeaba fuerte. Por suerte, en el momento de la concepción, estaría atado de pies y de manos en la cama real.

También estarían rodeados de los guardias personales del Omega.

JungKook no tiene permitido tocar el cuerpo de su Majestad, a no ser que este quiera, por supuesto.

Pero eso no era muy creíble que pasara.

El precioso Rey no dejaría que un simple granjero toque su cuerpo a su antojo. El Omega es una joya preciosa y el Alfa una roca sin sentido ni encanto.

-Llévenlo ante su excelencia, yo iré en pocos minutos- Ordenó de buena manera tratando de disimular la ira que lo recorría.

Los soldados hicieron una reverencia ante su superior y continuaron arrastrando al Alfa puro, quién antes de desaparecer del pasillo, escupió en el suelo y le otorgó una mirada amenazante al General.

-Pobre idiota – Susurró Nam ahora algo preocupado.

Si bien, TaeHyung estaría con mucha protección a su alrededor, pero un movimiento en falso y su querido Rey podría estar en peligro.

Jeon es de sangre puro, y tiene el doble de fuerza que los demás. NamJoon jamás se perdonaría si el Rey salía con un rasguño, por mínimo que sea.

Antes de ingresar a la sala real, donde TaeHyung esperaba junto a sus soldados personales, uno de los Betas que arrastraba a Jeon habló:

-Oye loquito – kook gruñó en respuesta- ¿De qué te quejas, hijo de puta?- Cuestionó algo molesto.

-¿Acaso tienes idea de la suerte que tienes?- Siguió el mismo soldado – Vas a coger con su Majestad hasta preñarlo ¿sabés cuántos quisieran estar en tu lugar? Sé un poco más agradecido-

EL ELEGIDO [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora