Maldita hora, maldito día, maldito destino. ¿Por qué me pasa ésto a mí?. Bueno después de la calma viene la tormenta ¿no?.
¿Se acuerdan cuando dije que me gustaba el vestido de novia?. Pues me retracto, lo odio. "El MALDITO" de Gerard aprovechó la situación para levantar mi pierna sin mi "CONSENTIMIENTO" dejándola expuesta por la abertura del vestido a los lados.
"Tragáme tierra y escúpeme en las Bahamas".
—¡¿Qué estás haciendo idiota?!.— coloqué mis manos alrededor de su cuello para no caer. No malinterpreten, fué sólo para no caer.
— Cumpliendo con la parte del atrevimiento.— sonrió sujetando mi pierna levantada a la altura de su cadera.—¿O es que querías un beso de lengua?.
—¿Qué?.— hice una mueca.— Ni de coña.
—¡¡Perfecto!!.— la voz del fotógrafo entusiasmado me hace cada vez más perder los nervios. Lo voy a matar.— ¡Sigan así!.
Eres un Delfín Stella, recuerda.
Soy un delfín. Paz interior.
—¿Estás bien?.— habrí los ojos para encontrarme con su mirada de sicópata.—¿Por qué sierras los ojos?.— y de nuevo ésa sonrisa maligna.
Si el supiera que sólo me estoy contenido para no golpearlo no preguntara estupideces.
— Muy bien chicos.— él fotógrafo se detiene y nos sonríe.
—¿Terminamos?.— me separó rápidamente de Gerard sonriendo por el alivio.
— No hemos terminado.
—¿Qué?. ¿Cómo que no?.— me crucé de brazos.
— Sólo dí un pequeño descanzo. Aún falta una.— responde cambiando algo en la cámara.
—!!CUÁL!!.— ya no aguanto más.
— La más interesante.— dice Gerard y me volteo a verlo para encontrarlo con una cerveza en la mano.
—¡¿Y CUÁL ES?!.— ya nada me sorprende.
— La foto de la novia en brazos.— él fotógrafo me sonríe angelical y yo miro a la estilista la cuál está sentada viéndolo todo sin decir media palabra, más bien, contenido la risa.
Mi móvil suena de repente así que me dirijo hacia la mesita en dónde lo dejé para contestar. Es un número desconocido. Que extraño. ¿Será un acosador?. Puede ser posible porque ya que soy la nueva estrella del momento las personas no dejan de mandarme notificaciones. Es mejor atender, quién sabe.
—¿Qué pasa?.— coloco el celular en mi oído.
—¿Señorita usted es Stella Working?.— es la voz de una mujer.
— Si quieres un autógrafo valla a mi casa y después yo....
—No es nada de eso. Le estoy llamando desde el hospital.
—¿Hospital?.— me puse tensa de inmediato.— ¿Qué pasa?.
— Un tal Brayan me dijo que la llamara. Está en estado de chok.— responde la chica y yo siento que me dará algo. Mis ojos se abren de más, las manos me empiezan a temblar, y la mirada se me nubla por lágrimas amenazado en escapar. Dejo caer el celular negando con la cabeza.
— No.— me tambalee casi cayendo pero unos brazos me sujeta antes de que pueda caer.
Pero yo siento un dolor en el pecho horrible. Me siento mal, tengo que verlo, tengo que verlo...
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Luces Cámara Y ACCIÓN
HumorDesde una pequeña obra de Caperucita hasta interpretar el papel de una de las novelas más esperadas del año. Era un sueño, ¿qué más podía pedir si lo tenía todo?. Fama, dinero, casa, ¡Todo!.. Pero la vida no es color de rosa. Nunca nadie le había di...