Luces Cámara Y ACCIÓN

Capítulo #50 Deseos carnales

Tipo de narrador:

Un mes después..

La gente tiene más temor a la muerte que al dolor. Es extraño que teman a la muerte. La vida duele mucho más que la muerte...Cuando la muerte llega, el dolor termina.

Así se sentía aquella mujer presa del dolor y de la culpa que le ha estado carcomiendo la cabeza hace un año. Ganas de suicidarse le sobran y no es que tenga muchas opciones, porque sabe que si cae su jefa ella también lo hará y se llevará la peor parte de todo ésto. Los días pasan en cámara lenta ante sus ojos y su rostro no sale de su cabeza. Aquellos ojos verdes que la miraban sin ningún tipo de sentimientos fué su martirio durante todo éste tiempo.

Saber que justamente hoy se cumplen dos años de su muerte no la deja vivir en paz y no hace más que mirarse las manos presa del tormento y del engaño.

Claudia se pasea por su lujosa mansión con una copa de champagne en la mano celebrando con sus amigas de la alta sociedad.

-¿Qué celebramos?.- le preguntan con una sonrisa.

- Mmm.. ¡La vida es bella!.- Claudia levanta su copa para brindar.- ¡Por la amistad y año nuevo!.

Las risas y la música retumban cómo había de esperarte. Las fiestas de Claudia nunca decepcionan y más si se trata de una de las mejores organizadoras de eventos que todos contrataban, sobre todo, para realizar inversiones por las capacidades que tiene para embellecer el ambiente ya sean fiestas, cenas, bodas, cumples, despedidas y hasta funerales si se lo propone.

Hacía un día precioso y no iba a desaprovechar la oportunidad para hacerle juego con un hermoso vestido negro de una sola manga. Digamos que tampoco hay que ser tan hipócrita, pero se vistió de negro para darle sus respetos a la difunta que se debe de estar revolcando en su tumba por la celebración en su nombre.

En la iglesia de Santo Domingo se levantan los rezos. Stefany Working, con lágrimas en los ojos prendía una vela para su madre y otra para su hermana juntando sus dos manos mientras serraba los ojos pidiéndole a Dios que las cuide y las proteja. A pesar de no estar con ellas siguen siendo todo lo que tiene en éste mundo. Pero Stef sigue pensando de que nada de ésto hubiera pasado si Stella no hubiera escapado con sus amigos a ésa playa aceptando aquél contrato que iba a destruir su vida, sus sueños y todo un camino por delante.

Limpiándose las lágrimas coloca las pulseras que su madre les regaló por el día del niño cuando tenían sólo cinco años. Pulseras que la señora Working se había esmerado en trenzar para sus hijas tratando de que sea el regalo perfecto, mientras, las combinaba con perlas de colores porque sus hijas se peleaban cuando no sabían cuál era el de una y cuál era el de la otra. Y a Stella siempre se le extraviaba la suya y no recordaba dónde la dejaba, por ése se escabuyia en las noches a quitarle la de su hermana para que su madre se enfadara con Stef.

- La he estado guardando todo éste tiempo estrellita.Y estoy segura que es la mía porque da la grandísima casualidad que no aparece.- la coloca frente a su foto tratando de contenerse para no llorar.- La dejaste encima del retrete antes de irte a Londres. Te volviste loca buscándola y te pusiste un suéter tratando de cubrir tus muñecas..- sonríe acariciando su cabello en la foto.-...para que mamá no se sintiera triste si se enteraba de que la habías perdido.

Los días para Stefany más que ser tranquilos eran de tormentos. Por más que rezaba y le entregaba su vida a Dios "literalmente" no podía dormir y el insomnio ya era parte de su rutina diaria. Tener un nudo en la garganta al no decir lo que le pasaba cada vez que iba a su alcoba a descansar, siempre la veía con él mismo vestido y con la misma sangre manchando todo el suelo hasta el pasillo arriba. Y lo peor es que cada vez me la veía se mandaba a correr y no le daba tiempo de llegar a repasarla. Y no es que quisiera acercarse a ella tampoco. "Es loca pero de los finos". Y más que nadie está consiente de que ésa mujer no es su hermana, su hermana esta muerta a dies metros bajo tierra aunque no quiera admitirlo y le duela en el alma.