No te acerques demasiado

326 56 16
                                    


Daryl aprendió temprano en la vida que lo único que te mantiene a ti y la muerte separados eran tus propias manos. Esa fue la lección que obtuvo cuando se perdió en el bosque dos años después de que su madre se convirtiera en carbón sobre la cama que compartió con Will Dixon.

Fue pura terquedad lo que lo hizo sobrevivir esos días, aún cuando una voz en su cabeza continuamente repetía  "¿Qué caso tenía volver?. ¿Por qué querría volver a los golpes? ¿Por qué querría volver al hambre?" El pequeño Daryl se había convencido que su hermano mayor seguramente estaría buscandolo. Claro, cuando volvió a la vieja casa rodante se dio cuenta que Merle ni siquiera se entero que no estuvo una semana. 

Daryl Dixon aprendió temprano en la vida que "Dixon no vale". Ser un Dixon significa ser un paria, basura blanca, podridos hasta la médula. Que solo se tenían entre ellos y eso era una burla, porque le faltaban jodidos dedos para contar las veces que Daryl fue dejado a un lado.

Daryl Dixon aprendió a no sentir más que ira si quería sobrevivir. A no amar, a no tener compasión, a no tener empatía. Eso fue lo que su padre le quiso meter a base de golpes y hambre. Eso fue lo que su hermano mayor le repetía mientras lo dejaba solo una y otra vez.

Daryl Dixon. Muy en el fondo, debajo del sudor y el gruñido, era la persona más amable y leal que pudieras encontrar. Y eso era algo de lo que era consiente, muy en el fondo de su auto desprecio. Pero nunca pensó que alguien pudiera valer el esfuerzo. Nunca pensó que encontraría a alguien que viera más allá de su nombre, de la sombra de Merle y Will Dixon. 

Así que, vivió su vida lejos de otros a pesar de estar rodeado de gente. Hizo lo que tenía que hacer para tener comida y un techo. Nunca espero nada más.

Ni de la vida, ni de Merle. Esta conforme con eso. 

Pero siempre, desde que era pequeño, Merle hizo algo para que todo lo anterior comenzara a ser golpeado. 

*****

Si le hubieran dicho a que un día Merle dejaría de ser un idiota drogadicto y racista, él se hubiera reído en la cara del imbécil. Bien, ese día llego. Y no fue una cosa destacada. Solo comenzó con una llamada telefónica de su hermano desde prisión.

-Quiero que ahorres todo lo que puedas, Daryleena. - había dicho su hermano después de preguntar como estaba. Eso fue lo primero que hizo que se preguntara si su hermano mayor  no recibió un golpe en su jodida cabeza en una de las peleas que el idiota se busco en prisión- Escucha, quiero que ahorres. Cuando salga de este jodido lugar nos voy a conseguir una nueva caravana y nos iremos a un lugar fuera de la ciudad. Así que, cualquier jodido empleo de mierda que tengas ve avisando que cuando el viejo Merle salga se acaba.

Había resoplado. No aviso en su empleo. Ahorro, por supuesto. No era un esfuerzo para él guardar centavos sobrantes en un hoyo de su viejo colchón. No era mucho, claro. Unos cuantos dolares, pero siempre era buena idea tener algo extra. Y la mayoría de su comida venía de su caza, solo gastaba en cerveza cuando el día fue jodido. Aunque nunca faltaba sus cigarros. La nicotina iba a matarlo un día, seguro como que el jodido cielo es azul.


La temporada como guardabosque pronto acabaría, así que seguro regresaría a trabajar en el Taller de Rey. Era buena paga a pesar de que Merle se quejaba sobre como tenía que estar bajo las ordenes de un Mexicano. A él no le importaba una jodida mierda, y la esposa de Rey hacía un jodido pollo que podrías matar por él. De hecho, más de una vez, estuvo a punto de golpear a uno de los otros cabrones cuando quisieron robar de su plato.

Así que, planeo sus próximos meses sin pensar en los que Merle le decía. Luego su hermano salio y supo que, de nuevo, todo el desvarió sobre dejar las drogas y una caravana nueva eran promesas vacías cuando los "Amigos de Merle" lo llevaron a una de sus jodidas fiestas. 

Merle lo hizo fruncir el ceño una semana después cuando llego con una caravana nueva bastante amplia con jodida calefacción y una cocina con encimeras de madera tratada. Luego, su hermano en un estallido de paranoia los alejo de la ciudad.


-Entre más lejos estemos de la jodida gente mejor, Daryleena- susurro cada vez que le preguntaba la jodida razón de mantenerse fuera de la ciudad donde comenzó a ir a terapia y donde consiguió un nuevo empleo para los dos.

Eso fue otra cosa, la jodida terapia. Merle siempre decía que esa mierda era para maricas y mujeres que no eran bien jodidas. Así que, el hecho de que su hermano mayor fuera voluntariamente a terapia logro hacer que él se preocupara un poco. Solo un poco.

Y entonces, Merle los arrastro un día a una jodida granja que parecía estar siendo preparada para el jodido Apocalipsis. Lo que hizo que pensara que su hermano se metió en una clase de Secta fue que conocía a toda a esa gente. Incluso a la mujer negra que parecía que iba a cortar la cabeza de su hermano si este hacía una tontería, sin contar a la chica que le pateo las pelotas a su hermano como saludo. Cuando pensó que no habría más jodidas cosas, él comenzó a llorar cuando vio a la niña menor del granjero. No había una jodida razón por la que debería sentir como si le fallo a esa chica o por la que esa chica lo viera con tristeza y ¿cariño?

No podía soportar estar en ese lugar pero tampoco quería irse. Por alguna jodida razón olvidada de Dios. 

-¿En que clase de jodida Secta nos metiste, Merle?- le había preguntado una noche a su hermano después de cenar una buen guiso hecho por la mujer llamada Carol.

-No es una Secta, bueno, no sé si lo sera en el futuro. Seguro que todos tenía metida la cabeza en el trasero de ese imbécil.- eso era otra cosa, Merle decía algunas cosas raras de vez en cuando- Pero, ya te dije es un buen trabajo. Nos pagaran bien y tenemos comida buena, un bosque donde puedes ir a ser tu yo solitario, buena compañía-

-¿Buena compañía?- se burlo recordando como el único que no parecía listo para poner sobre su trasero a Melre era el viejo granjero.

-Vamos, hermanito. A pesar de que esas mujeres son todas rudas y la patea pelotas primero me corta las pelotas antes de joder conmigo, la vista es buena.-

-No seas imbécil, Merle. Ellas no son carne en exhibición- por alguna razón, también tenía un fuerte sentido de protección hacia estas personas que no terminaba de agradarle

Merle, siendo el bastardo que era, se rio- Solo estoy viendo, nada más. No haré nada que ninguna de estas damas quiera no desee del viejo Merle.- resoplo ante eso. -Vamos, Daryl, sabes que necesitas, es un buen polvo.

-Lo que necesito es terminar con le trabajo aquí e irnos.- 

-Daryl, no seas un mocoso. Esa mujer, church mouse, parece que podría dejarte hacer algo divertido.- su hermano se rio de nuevo de él cuando le lanzo una mirada que seguro haría orinar al hijo del granjero.- Esta bien, esperare a que llegue el resto. Seguro que hay alguien que va ser que quieras follar.


Lo dudaba. Él conocía toda la jodida mecánica del sexo. Se masturbaba en ocasiones, pero nunca le intereso follar. Nunca encontró la idea atractiva a pesar de apreciar las figuras de algunas mujeres (y hombres, pero eso era algo que se mantenía enterrado muy en el fondo de su mente). Y Merle se había esforzada porque tuviera "Un buen polvo" desde que cumplió 16 años, la mayoría de las veces las prostitutas a las que pagaba su hermano solo terminaban jugando con él al pokar (recuperaba esos billetes con bastante frecuencia) 


Una tarde, después de que termino enseñando a la chica de Carol como usar una ballesta o al menos lo estaba intentando, llego un tipo con su hijo. 

Cuando vio esos malditos ojos demasiado azules en una cara demasiado limpia, algo en él se rompió como un jodido...


El puente exploto. Había fuego y los caminantes gimieron mientras se quemaban. Lo había perdido. Había perdido a Rick 


Alguien estaba gritando, alguien estaba gritando. Era él. Él golpeo algo. Sus nudillos estaban húmedos y lo que golpeo gruño de dolor

-Daryl, Daryl- esa voz la recordaba.- Daryl... no, no... mira- era de Rick. ¿Quien jodidos era Rick? 

-Maldita sea, oficial amigable.- gruño Merle en algún lugar

-No, no... Daryl...mírame.

-Rick- lo ultimo que vio fueron ojos azules, sangre salia de esa nariz.

Enjuaga y repite, chicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora