CAPÍTULO QUINCE

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—¡Hostias! Pero mira que niña más guapa eres, las fotos no te hacen justicia. —la madre de Pedri es la primera en recibirme.

Me rio con timidez recibiendo su abrazo, Pedri me mira detrás de ella con una sonrisa.

—Gracias. —murmuro.

—Que casi me ha dado algo cuando Pedri llegó sin ti.

—Mamá, deja a la muchacha en paz. —Fernando le dice— No seas tan pesada.

—Más respeto. —ella se gira a su hijo.

La complicidad, y alegría con la que se hablan dejan muy en claro la buena relación que tienen en su familia, mi madre me cuenta que María Rosario tiene una relación estrecha con sus hijos y siempre los apoya en todo lo que hacen. Imagino que pasar el tiempo con tres hombres hace que ella sea así.

—¿Has viajado bien? —me pregunta con una sonrisa.

—Sí, fue un vuelo tranquilo.

—¿Y tus maletas? No digas que solo has venido con tu perro.

—No, no. —niego con la cabeza— Están en el auto.

Apolo se bajó conmigo, se porta bien en el auto pero cuando voy yo también, apenas me bajo él se pone a ladrar y a llorar para llamar mi atención, si lo dejaba ahí seguro le destruía el auto a Pedri. Ahora lo tengo bien sentadito a un costado de mí, con la lengua afuera mientras mueve la cola en dirección a las nuevas personas que acaba de conocer. Fer es quien se acerca a acariciar su cabeza.

—¿Y por qué no has ido a por ellas? Pedri.

—No, no. —niego frunciendo el ceño— ¿Por qué las voy a bajar?

Pedri se aclara la garganta, y avanza hasta poner una mano en mi hombro, desde ahí mira a su madre, quién nos ve con los ojos entrecerrados.

—¿No les has dicho? —le pregunta.

—¿Decirme qué? —miro a Pedri.

—Vaya tú a saber. —me dice gesticulando con la mano.

—Cagón eh. —Fer le dice dejando que Apolo le de besos en la cara.

—Callaos. —María suspira y me mira con una sonrisa— Te vas a quedar con vosotros.

Abro los ojos al escuchar sus palabras, y empiezo a negar rápido con la cabeza.

—No, no, no, no podría, Pedri. —lo miro— La habitación del hotel, me dijiste que estaba.

—Que no he podido hacer nada. —se encoge de hombros— Mi madre se a enfada’o cuando se enteró.

Abro la boca en un intento de decir algo, pero me quedo con las palabras en ella, miro a Pedri que se encoge de hombros con una media sonrisa.

—Es que… —me relamo los labios— Yo no… No podría no.

♱    ───  𝗦𝗢⅃𝗢  𝖠𝗠𝖨𝗚𝖮͟Ƨ ︖﹖ PEDRI GONZÁLEZ ™ ㅤㅤDonde viven las historias. Descúbrelo ahora