Sofía Cano tiene muchos amigos, y su lema de vida es nunca mezclar sentimientos con amistad, pero eso cambia por completo cuando Pedri le dice de ser amigos con derechos.
Los sentimientos empiezan a aparecer y ninguno sabe cómo afrontarlos.
¿El am...
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Que mi hermana haya hecho su fiesta de cumpleaños el día antes del partido de mis amigos no fue lo mejor del mundo, y mucho menos si este terminó cerca de las seis de la mañana.
Se me parte la cabeza sentada en la grada junto a mi padre, entramos hace diez minutos maso menos, y los jugadores ya están en la cancha calentando para el partido.
He dormido como dos horas nomas, y se me nota en las ojeras debajo de los ojos, sumado a la cara de culo que debo de presentar.
Las personas van entrando y ocupando sus asientos. Algunos le gritan a mi padre, apuntando las cámaras hacia nosotros, lo que me tiene escondiendo mi rostro como puedo en la capucha del buzo que traigo puesto.
Mi padre me quiso obligar a portar la camiseta del Barca hoy, pero como Rodri me pidió que llevara la de él, al final decidí no ponerme ninguna, y todos felices, al fin y al cabo vengo a ver a mis dos amigos jugar.
—Fede, Fede, una foto por favor. —un chico se acerca hasta la baranda para llamar la atención de mi papá.
—Saca la foto. —me dice él.
Me levanto junto a él, y camino hasta sostener el teléfono del aficionado, mi papá posa y capturo el momento. El chico nos agradece y volvemos a nuestros asientos antes de que cientos más le pidan foto o firmas a mi padre.
El show empieza con un minuto de silencio para Josep Maria Fusté, y tras eso el partido da inicio.
Me resfriego los ojos para despejar mi mente y dejar de parece un muerto viviente.
—Me parece difícil no alentar a los nuestros. —escucho a mi papá.
—Es que son los campeones del mundo pa, son nuestros campeones.
—Lo son.
Distingo con rapidez a Rodri, también a Correa y a Molina. Amo ver a los jugadores argentinos jugando en sus respectivos clubes, resaltando a su manera.
Se escucha el "uhh" del público cuando el remate de Ferran es detenido.
El partido empieza a ser más interesante, picante y cambio mi postura cuando otra ocasión de gol por parte de Frankie no es, me empiezo a poner nerviosa, aunque no se nada de fútbol, pero mi padre me pega su nerviosismo.
Los culés aplauden la parada de Ter Stegen y yo veo a Rodri más serio de lo normal.
El partido continua, y presto atención a ambos clubes, parando la respiración en las ocasiones de goles.
Está a punto de terminar el primer tiempo y...
—¡GOL! Vamos carajo. —mi papá salta del banco y se recompone con rapidez.
Ferran marcó el primer gol y se termina el primer tiempo.
