Sofía Cano tiene muchos amigos, y su lema de vida es nunca mezclar sentimientos con amistad, pero eso cambia por completo cuando Pedri le dice de ser amigos con derechos.
Los sentimientos empiezan a aparecer y ninguno sabe cómo afrontarlos.
¿El am...
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Reclamar nunca fue mi fuerte, soy insoportable con otras cosas, pero prefiero callar antes que reclamar algo. Y por más que quiero escribirle a Pedri preguntando sobre la chica con la que estuvo por tres días encerrado en un hotel, no lo hago por un bien mío, quiero estar estable cuando el lanzamiento de la canción y video salga, y poder disfrutar del trabajo realizado con mis amigos.
Las noticias siguen saliendo, con relatos del personal del hotel, contado que Pedri solamente salía a los entrenamientos y a buscar comida, al parecer si la ha pasado bien ese hijo de re mil.
Suspiro alejando el teléfono de mi vista, recién hoy me escribió, claro después de estar tantos días con ella encerrados se acuerda de que existo, pero que se vaya a freir churros y ojalá se queme.
"¿Ya estás libre para hablar?"
Fue el mensaje que me llegó después del almuerzo, y mi respuesta fue corta y concisa.
"No."
Una parte de mí quiere que se de cuenta que sé con quien estuvo estos días y la razón por la que no me escribió, deseo demostrar mi enojo por ello, pero a la vez no quiero que se entere que sus acciones me afectan, me sentiría humillada con eso.
"Vale, me avisas cuándo lo estés."
"No sé cuando, ahora empiezo con las promociones, pero si, te aviso."
Mentira, mira que justo ahora estoy al re pedo, jugando con Apolo en el patio de mi casa, tirando la pelota para que él vaya a buscarla y me la traiga de nuevo.
Falta una semana para el estreno de la canción, y tengo unos días agitados, entrevistas acá, presencias por allá, aunque me encargué de avisar que sea un poco tranquilo, y no tan cargado.
Mi teléfono suena y distingo el nombre de mi papá en la pantalla. Atiendo poniéndolo en altavoz.
-Hola papito.
-Mi hija. -su voz se escucha fuerte y saturada, seguro se está comiendo el micrófono- ¿Cómo estás?
-Mejor si te alejaras un poco del parlante.
Se escucha ruido, y su respiración deja de ser tan fuerte.
-¿Ahora?
-Sip, mejor.
Apolo salta sobre mi pecho, y le dejo muchos besos en su cabeza, acariciando detrás de sus orejas.
-Hija, ¿Vos no salías con Pedri, verdad? -frunzo el ceño dejando los mimos a mi hijo- Porque sabes que yo te dije que con los jugadores de fútbol no, sabes que..
-Si se, me lo decís todos los días. -literalmente, sus buenos días vienen acompañados de un "no con jugadores de fútbol"- Pero no estoy saliendo con él.
