CAPÍTULO DIECISÉIS

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Las vacaciones van bien, muy bien, Pedri se alquiló un chalet en un centro de alto rendimiento para seguir entrenando y no perder el ritmo de su cuerpo. Me pareció una idea genial, porque por más que haya venido con él, eso no quiere decir que tengamos que pasar todo el día juntos, además estos días mientras él entrena y juega con sus amigos yo aprovecho a pasear con Apolo, comprarme ropa o ir al bar de su familia y ayudar a preparar las bandejas. Descubrí que me gustaría trabajar en un bar alguna vez.

No hemos tenido sexo y eso me gusta, porque demuestra que podemos disfrutar de más cosas juntos sin la necesidad de tocarnos de esa manera, aunque… Puede que a veces los besos suban de tono y tengamos que parar antes de hacerlo en casa de sus padres, ambos tenemos el mismo pensamiento de que faltarles el respeto de esa manera a sus progenitores no está en nuestros planes.

Hoy he venido con Pedri, Fer y Adrián, el primo de ellos al centro de entrenamiento, pero ni loca me paso las horas viéndolos correr tras una pelota con el calor que hace, por lo que me encuentro en la pileta que tiene el lugar, haciendo un poco de natación.

Hace mucho no hago ejercicio, de hecho soy de las que ponen los mil y un peros para no ir al gimnasio y aunque tengo una buena genética, eso no impide que mi panza crezca cada vez que me pasó días enteros comiendo de todo, y ahora eso ocurre gracias a que María se encarga de llenarme la boca con comida todo el tiempo.

Admito haberme sentido un poco incómoda al principio de la estadía, estar con una familia que no es mía, en otro lugar que no sea mi casa es extraño, pero tanto Fernando como Rosario se encargaron de hacerme sentir súper bien, y les voy a estar agradecida con ello todo el tiempo. Se que es raro para ellos también recibir a una completa extraña en su casa, pero no sé que les ha dicho Pedri o hasta mi madre para ser recibida de tal manera.

La pileta es muy profunda, porque es donde practican los profesionales, yo no soy profesional pero me gusta nadar, desde que descubrí que la natación ayuda a mantener la cabeza despejada es un pasatiempo que amo. La profundidad es algo a lo que si le tengo miedo, las imágenes de algo saliendo de ahí abajo aparecen cada vez que llego a la mitad, y como soy de abrir los ojos bajo el agua eso se repite hasta que la luz ilumina bien lo azul del piso.

Cuando me canso de nadar salgo del agua, tiro mi cuerpo sobre el toallón al rayo del sol. No me gusta tomar sol, porque no me gusta el calor, pero a la vez soy muy contradictoria porque me gusta tomar color y dejar de ser tan blanca.

Me mantengo boca abajo con los ojos cerrados y disfrutando del calorcito no tan molesto al estar aún mojada.

El sueño me empieza a ganar y estoy por quedarme dormida cuando agua me salpica en la espalda.

Me levanto de un sobresalto mirando desorientada a la dirección de dónde vino esa agua.

Pedri me mira desde dentro de la pileta, con una sonrisa el muy tonto.

♱    ───  𝗦𝗢⅃𝗢  𝖠𝗠𝖨𝗚𝖮͟Ƨ ︖﹖ PEDRI GONZÁLEZ ™ ㅤㅤDonde viven las historias. Descúbrelo ahora