Sofía Cano tiene muchos amigos, y su lema de vida es nunca mezclar sentimientos con amistad, pero eso cambia por completo cuando Pedri le dice de ser amigos con derechos.
Los sentimientos empiezan a aparecer y ninguno sabe cómo afrontarlos.
¿El am...
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Mi papá obviamente puso mala cara cuando le dije que no me iba a volver con él a la casa, es más llamó a mi mamá para que ella también me reclamé, pero no contaba que con tan solo decirle a ella que iba a irme con Pedri, se puso de mi lado y lo regañó de muchas maneras.
Ella por alguna razón que desconozco quiere mucho a Pedri, lo conoció también en Qatar, al andar de acá para allá con mi papá y con ambas selecciones, se hizo amiga de muchas personas, esposas de jugadores y jugadores en si, le agarró cariño a Pedri cuando comenzó nuestra amistad, y se agravó cuando conoció a su mamá y ahora son íntimas amigas.
Federico, mi padre, se fue con mala cara a casa, advirtiendo que llegara temprano y que tuviera mucho cuidado. Se quedó en el auto un buen rato, seguramente pensando alguna excusa para que yo me fuera con él y no con mi amigo.
Espero a Pedri sentada en un sillón lejano a los vestuarios, mientras chateo con Carla sobre chismes que nos enteramos a último momento.
Siempre soy descuidada con mi teléfono, pero me corto una teta si alguien logra entrar a mis chats y leer todo lo que hablo con mis amigos, muchos creen que soy re buena onda y demás, porque siempre me mantengo con una sonrisa para el mundo, pero, como todas, dentro de mí vive una víbora, y lo admito, me encanta el chisme, yo vivo del chisme, me alimento del chisme, y más cuando algo que yo sospechaba resulta ser cierto. No hay satisfacción más grande que esa.
Le respondo el último mensaje de Tiago riendo porque él y Rusher son re chusmas, no lo aparentan, pero es porque son más disimulados que Enzo y Lit. Le envío una foto de mis fosas nasales al último que nombré y justo escucho pasos acercarse a mí.
Levanto la mirada y veo a los jugadores por el pasillo, recién bañados y perfumados.
Ah, que cosa rica el perfume de hombre. Cierro los ojos y con discreción huelo el aire, impregnando mi nariz del rico olor.
-Hola, ¿Qué haces? -abro los ojos viendo a Pedri.
Me aclaro la garganta dejando mi "discreción" aunque se me hace imposible no elevar un poco la nariz para que su perfume entre por ella.
-Amo el perfume de hombre. -confieso sin pudor.
Él se ríe y pone una de sus manos abierta en toda mi cara.
-Huele.
-Tiene olor a culo.
La saca con rapidez y me parto en risas cuando se la huele con las cejas alzadas.
-Tonta.
-Mentirita. -me paro del sillón- Déjame olerte.
Me acerco hasta poner las manos en sus hombros y acercar mi nariz a su cuello, huelo como si fuera un perro porque soy alta perra, una perra rabiosa, bromita.
Su perfume definitivamente es el más rico de todos los otros, se que le gusta uno en especial, y es tan fuerte que se queda en mis fosas nasales hasta cuando me alejo de él.
