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CAPÍTULO XL: La Heredera de las Rosas
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Maratón 5/5 +Epílogo
La Catedral estaba llena de paparazzis, cámaras de radiotelevisión y monarcas de todas partes de Áuradon. Aquel era el día de la Coronación de la princesa Bianca Beast y todos estaban como locos.
En un palco, Jay, Carlos, Evie, Uma y demás contactos cercanos tenían cara de estar en un funeral. Por otra parte, Camden, Amaris, Evan, Jessica, Chad y demás estaban eufóricos.
Bella estaba seria y no se dejaba influir por los ruegos de Bestia intentando hablarle. El Hada Madrina estaba nerviosa jugando con su varita. Mal y Ben, en los tronos del Rey y la Reina, intentaban parecer inocentes.
El momento llegó. Las trompetas sonaron. Todos se pusieron en pie para recibir a Bianca. Y cuando las puertas se abrieron, no estaba ella...
Todos miraron pasmados a Paxton Pan caminar con una sonrisa feliz en el rostro. Casi iba saltando por la alfombra roja, con su chaleco de cuero verde oscuro y sus zapatos de piel. Pax llegó al altar mientras todos murmuraban. Camden y Bestia lo miraban pasmados.
—¡Buenos días, damas y caballeros! —anunció desde el micrófono—. Tengo una carta escrita por la princesa Bianca que me ha pedido que les lea. Así que, si me lo permiten...
Querido pueblo de Áuradon:
Escribo esta carta dejándola en manos de mi íntimo amigo Pax para expresaros mi perdón. Lamentablemente, no puedo ser la Princesa de Áuradon, al menos por ahora.
He sido educada durante años para serlo, pero debo rechazarlo por el gran coste de oportunidad que se lleva. Les explico: estaba planeado en esta celebración que el príncipe Camden Appletown (un hombre ruin, cruel y egoísta) me pidiera matrimonio. Esta unión completamente innecesaria fue amañada por mi padre.
