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CAPÍTULO XVIII: Retorno al viejo hogar

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CAPÍTULO XVIII: Retorno al viejo hogar

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Bianca conducía velozmente. Estaba amaneciendo, no había ningún otro coche en la autopista sobre ellos. Bianca no conducía tan deprisa desde el día en el que conducía con Rhys y sufrieron el accidente. Pero ahora no tenía tiempo para pensar en el peligro; tenía que salvar a Hades.

El dios seguía en el asiento de copiloto reclinado, con Icor saliendo de su nariz y al toser. Bianca le había obligado a abrirse la camisa y estudió las marcas de sombras que se expandían por su cuerpo como un cáncer.

—¿Cómo vas? —le insistió.

—Noto nuestro destino cerca; puedo sentir las sombras —jadeó.

—Aguanta —rogó ella.

—Tranquila —Hades pretendió sonreír para tranquilizarla.

Bianca siguió conduciendo. El cielo se tornaba azulado tras el amanecer. Los árboles se hacían frondosos y majestuosos. Casi parecía haber pequeños destellos en sus hojas. El camino se formaba pedregoso hasta llegar a un valle. Bianca admiró una gran cordillera cuyas montañas se perdían en las nubes. Hades le indicó que se dirigiera al pie de la montaña más alta y empinada. Bianca no podía creer que estuviera frente al mismísimo Monte Olimpo. 

Cuando llegaron al pie mismo de la montaña, Hades bajó un momento del coche y miró a la rocosa ladera de la montaña. Sus ojos se volvieron dorados; extendió una mano. En la ladera, se abrió una cueva oscura.

—Tenemos que bajar —informó Hades a subirse al coche; estaba sin aliento.

Bianca puso una mano en la frente de Hades y él comenzó a cerrar los ojos.

—Oye, oye, oye, quédate conmigo. Hades, no te vayas, no cierres los ojos —pidió.

Bianca arrancó de nuevo y se apresuró en bajar por la extraña carretera. La gruta tenebrosa estaba solo iluminada por antorchas de hierro con fuego azul. Tardaron varios minutos en llegar a un llano; un bosque de pinos negros.

—Todo recto —jadeó Hades—. Corre...

Y Bianca corrió. El motor de Rhys estaba al máximo. Atravesaron la entrada del bosque oscuro y tuvieron que bajar aún más.

La heredera de las Rosas || Harry HookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora