Capítulo 7

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Persona disonante

En aquella noche tan pacífica y en aquel pueblo desconocido, se encontraba uno de nuestros protagonistas

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En aquella noche tan pacífica y en aquel pueblo desconocido, se encontraba uno de nuestros protagonistas.

Miguel, como siempre a esa hora, había salido del escondite que llamaba casa para hacer el trabajo que se le había sido asignado hace varios años atrás. A pesar de que el mundo avanzara, él no pudo sentir muchos cambios, no hasta esa noche al menos.

Observando al hombre de rodillas frente a él, suplicando de manera exigente por su ayuda, por primera vez pudo decir que no sintió nada de pena. No hizo ningún intento por convenserlo de lo contrario, simplemente extendió su mano para que el hombre la estrechara.

- Cumpliré tus deseos, pero a cambio deberás entregarme tu alma.

El hombre aceptó el trato sin más, como cualquier otro ser humano lo hacía cuando lo buscaba a él. Su sombra, siempre al acecho, tenía una sonrisa de satisfacción en su indesifrable rostro. Sabía que poco a poco sus planes empezaban a funcionar como él quería y tarde o temprano lograría su principal cometido.

Por otro lado, unos ojos externos observaban la situación, aparentemente sin ser notado. El traje robótico había pasado desapercivido en la oscuridad, sobre todo en su escondite, oculto tras una esquina. Para este punto, no era complicado suponer de quien se trataba.

Hiro, a través del traje, observaba la situación sintiendose impotente, quería avanzar, pero sabía que no sería lo correcto. Él podía ser impulsivo y terco muchas veces pero por esta vez pensaría las cosas con cuidado. Sabía que no debía jugar con alguien como el más bajo.

Un escalofrío recorrió su cuerpo al ver a Miguel de aquella forma. Lucía tan... Intimidante. Completamente ajeno al chico tímido y reacio a salir que había conocido hace apenas unos días. Bueno, quizás tenía sentido, como él mismo admitía no conoció al mexicano por suficiente tiempo como para presumir que lo conocía. El problema aquí es que no podía evitar sentir que algo no cuadraba, esto simplemente no estaba bien. Cuando Miguel había estado con él, a pesar de todo sintió que era simplimente un niño y no eso...

Solo se distrajo pensando unos pocos segundos pero la manera en la que el par de ojos dorados observaban ahora a la cámara lo trajo de vuelta a la realidad. Hiro observó a través de la pantalla como, de manera similar a una película de terror, el ente se acercó a la cámara con demasiada rapidez como para correr. Hiro perdió la conexión con el traje y no la pudo recuperar más.

- Fuck...! [¡Mierda...!]

Del otro lado, Miguel había destrozado aquel traje robótico con facilidad.

- ¿Qué diablos es esto?

Se preguntó mientras sostenía la "cabeza".

El androide parecía ser una especie de traje parecido a uno que había visto hace mucho tiempo en comics de superhéroes. El color morado oscuro había servido bien de camuflaje por unos minutos hasta que se dió cuenta de su presencia por el brillo metálico.

El problema de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora