Luego de caer del edificio del que De la Cruz lo había arrojado, Miguel es "salvado" por un extraño ente. Sin embargo, no tarda en darse cuenta de que quizás su ayuda no era más que un castigo que se forjaría con el tiempo.
Hiro Hamada trataba de so...
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Hiro nunca se había considerado fan de los viajes. Él era alguien que prefería mantenerse en su zona de confort dentro de lo posible. Si bien su trabajo de héroe le brindaba cierto aire de novedad y adrenalina con cada nuevo criminal, lo cierto es que una vez que tenía sus prioridades ordenadas, no le gustaba modificarlas.
Su tia Cass, por otro lado...
-C'mon Hiro, change that face. I know you're going to love it! [Vamos Hiro, cambia esa cara. Sé que te encantará!]
Lo dudaba mucho pero, ¿Qué más podría hacer? Su tía, a la cual le costaba mucho dejar el trabajo y relajarse, simplemente había estado planeando aquel viaje por meses para tomar un debido descanso y ya no podía decirle que no, sobretodo cuando estaba tan emocionada (y estar ya en el aeropuerto a punto de abordar no le daba muchas chances de escapar).
La idea de dejar San Franzokio durante todas las vacaciones para viajar a un lugar completamente diferente no le gustó desde el primer instante del que supo de ella. ¿Qué sucedería con la ciudad en su ausencia? Quizás él no era el ser más responsable del planeta (Se quedaba dormido en sus clases y era demasiado procrastinador para su propio bien), pero aún así su principal duda radicaba en todos los criminales con los que él y su equipo peleaban casi todo los días. Era muy poco probable que la ciudad estuviera tranquila y dejar a su equipo a un lado para que ellos se encargaran de la situación le causaba molestia. O al menos de eso se quería convencer por más de que muy en el fondo sabía que simplemente no quería viajar.
Sin embargo, lejos de lo que había creído que sucedería, las cosas le salieron al revés (Como siempre).
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Unos días antes, todos se encontraban sentados en la mesa de su cuartel.
Anteriormente estaban discutiendo acerca de como lidiar con los criminales de la ciudad de San Franzokio. Aunque lo cierto es que la taza de criminalidad había bajado considerablemente gracias a su trabajo en conjunto con la policía, nunca se sabía que podría ocurrir, sobretodo teniendo en cuenta que varios de los villanos con los que habían peleado ya habían escapado en anteriores ocasiones.
