CICATRIZ 瘢痕; HOPEV

XV. Taehyung

He estado aquí durante una semana, pero esta es la primera vez que me aventuro fuera de los muros del castillo en la ciudad real de Saxum. En el centro de la plaza hay una torre de reloj, y los negocios se alinean a ambos lados de las calles adoquinadas, con farolas nuevas y brillantes acentuando las aceras. Nunca había visto una farola en persona, y se me revuelven las tripas al darme cuenta de lo próspera que es la zona principal de Saxum mientras Silva lucha al margen.

Yoongi y yo hemos estado sentados dentro de 'The Chocolate Gorge'; una pastelería que se caracteriza por hacer los mejores dulces de la región. Jongin, Seokjin y mis damas se sientan en una mesa al otro lado de la habitación, y algunos guardias reales se alinean en la entrada, pero aparte de eso, no hay nadie aquí.

—¿Siempre está así de vacío? —pregunto, apartando mi plato de postre.

Yoongi sonríe, su cabello castaño peinado hacia atrás brilla bajo las luces. —No podría permitir que los plebeyos interrumpieran cuando estoy tratando de cortejarte.

Mi pecho se oprime cuando miro por las ventanas delanteras donde media docena de personas se alinean alrededor de las barricadas, tratando de mirar adentro para ver a su rey.

—¿Vienes aquí a menudo?

Se encoge de hombros. —No desde que era un niño. Mi padre solía traernos a Hoseok y a mí aquí una vez cada luna azul.

Mi sangre se calienta cuando menciona a su hermano, pero lo ignoro. No dejaré que me afecte cuando ni siquiera esté cerca.

Aun así, no puedo evitar imaginar a Hoseok y Yoongi de niños, comiendo chocolates y dulces con su padre. Todo lo que he oído sobre el legado del rey Jung II está en todas las formas en que le falló a su país. Es difícil para mí imaginarlo como un hombre que se preocupaba por su familia, y la curiosidad rebosa dentro de mí, con ganas de aprender más.

—Eso es muy dulce —le digo.

Yoongi se burla, sus ojos se mueven más allá de los míos antes de regresar. Él sonríe, pero veo el destello de dolor que atormenta sus facciones.

—Taehyung, eres un corazón sangrante, ¿no?

Me siento más derecho. —¿No es eso algo que deberías querer en tu rey?

Inclina la cabeza. —¿Y estás tan seguro de que serás mi rey?

Exhalando un suspiro, miro mi regazo antes de devolver la mirada —Estoy seguro de que fui criado específicamente para usted, Su Majestad. Creo que te harías un gran daño si no me mantuvieras a tu lado.

Él tararea, sus dedos se acercan para frotarse la mandíbula. —¿Criado para mí?

Asiento con la cabeza, estiro la mano para agarrar mi taza de té y tomo un sorbo antes de volver a colocarla sobre la mesa.

—Mi tío rechazó a muchos pretendientes con la esperanza de que algún día te pertenecería.

Es una apuesta decirle esto, y es una gran exageración, pero confío en el hecho de que a Yoongi le encanta que le acaricien el ego y es posesivo con sus juguetes. Me dijeron esto mucho antes de venir aquí, y se nota en la forma en que se pavonea cada vez que hace un cumplido y se enfurruña cuando algo no sale como él quiere. Con suerte, saber que estaba destinado a él lo tentará a tomarme y recogerme como un tesoro.

Se inclina sobre la mesa, levantando las cejas. —¿Y qué hay de ti, Taehyung? Seré honesto, no estoy muy interesado en lo que quiere tu tío.

Mis ojos se fijan en los suyos, el peso de la responsabilidad cayendo en mis entrañas y empujando las palabras de mi boca.

—¿Después de conocerte? No quiero nada más.