Seúl, Corea, 20XX
Dan se desmayó un par de veces más en el camino a donde Min-Jun y la doctora lo llevaban. Recordaba vagamente las luces parpadeantes del techo sobre los ojos compasivos de la doctora a su derecha, quién cubría su rostro con un paño que caía a su costado, insistente como si estuviera tratando de evitar que viera a su alrededor. A su izquierda, Min-Jun se encargaba de abrir las diversas puertas que obstruían el paso de la camilla, pero realmente Dan ni siquiera quería ver. No pasó mucho para que entre Min-Jun y la doctora lo cambiaran a una silla de ruedas cuando lo notaron más consciente, pero era más por la comodidad de moverlo a través de lo que parecía ser un pasillo eterno.
La caída constante del paño en sus ojos le dejaba ver un poco más de Min-Jun y la doctora. El rostro de ella estaba principalmente cubierto por la misma mascarilla que llevaba puesta desde la habitación en la que despertó y la única pista que tenía de su identidad eran sus ojos oscuros que seguían viéndolo con pena. En cuanto a Min-Jun, cuyo rostro ya lo tenía bastante familiarizado, lo que le había llamado la atención era la Jackson 941 que tenía en su cinturón, cubierta solamente por su saco, como si la tuviera lista para cuando tuviera que usarla. Era un arma del ejército: la reconocía de su tiempo en el servicio militar cuando recién salió de la preparatoria, pero realmente no era muy bueno con ellas, cosa que en este momento lamentaba, pero era mejor usando rifles automáticos.
―¿Te sientes bien, Kim Dan? ―Min-Jun preguntó alzando una ceja en lo que sacaba un cigarrillo de su bolsillo, listo para fumar. Antes de siquiera poder sacar su encendedor la doctora, que recién había terminado de acomodar la postura de Dan en la silla de ruedas, se lo quitó de la mano con un zape, rompiéndolo. Min-Jun puchereó, pero no hizo ningún efecto en ella, quién simplemente negó con la cabeza y sacudió uno de sus dedos en negativa. ―Oh vamos, ¿Qué el gato te comió la lengua, Doc?
―Mi cabeza... duele... ―Dan murmuró.
―No me sorprende, eres una bestia para tomar. Cuando terminemos con esto sin duda te meteré a un concurso. ―Min-Jun rio suave, guardando sus cigarrillos por el momento. ―Si me preguntaran, diría que aún estás un poquito ebrio, o al menos entrando en la resaca. ¿Qué opinas tu Doc? ―Volvió a preguntar a la doctora, quien simplemente se le quedó viendo sin decir una sola palabra para luego seguir empujando la silla. ―Bien, ignórame. Pero yo te ignoraré también.
Min-Jun por fin se calló y siguió caminando junto a la doctora, quien permanecía en ese sepulcral silencio asegurándose de que Dan estuviera presentable para el siguiente paso.
Una vez llegaron a la última puerta del camino, Min-Jun la abrió, dejando que la doctora y Dan entraran primero a medida que ella seguía empujando la silla. No había mucha gente aparte de ellos tres, o al menos Dan no podía verlos a pesar de oír dos voces diferentes, hablando cosas extrañas al fondo.
―Por favor, traigan al sujeto 738 para que podamos empezar. ―Ordenó un hombre misterioso al tope de unas escaleras, que pronto ganó un rostro cuando Min-Jun alzó a Dan dejándole apoyarse en sus hombros. ―¿Por qué sigue en la silla de ruedas?
―Mis disculpas, jefe. La doctora Park no lo levantó a tiempo, pero estará listo en un abrir y cerrar de ojos.
―Apúrate que no tenemos toda la noche.
La doctora que había acompañado a Dan durante su travesía le ayudó a mantenerse despierto, dejándolo recargarse en ella también para caminar mejor. Dan, sin saber que más hacer, continuó caminando a donde lo guiaran, absteniéndose de hacer cualquier movimiento extraño que pudiera empeorar su situación, pero manteniéndose alerta a sus alrededores.
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Amor Atemporal || Jinx (Manhwa) || TRADUCCIÓN
FanfictionHabiendo aparecido en una época a la que no pertenece, Kim Dan no está preparado para la tarea que le ha sido encomendada para evitar una muerte segura: Debe encargarse del demonio que vive dentro del joven Noble Joo Jaekyung, por más poco ortodoxo...