Amor Atemporal || Jinx (Manhwa) || TRADUCCIÓN

Capítulo 25: Bienvenido a casa, Soldado

Seúl, Corea, 20XX

Este despertar fue un Deja-vu para el doctor debido a los constantes sonidos de máquinas y un dolor agudo en su cabeza. Miró a su alrededor, tratando de averiguar dónde estaba mientras sentía algo cómodo debajo suyo: estaba en una camilla. Esta ya no estaba a nivel del suelo, y las luces del techo eran demasiado brillantes. Su cintura no le dolía como lo hacía antes de desmayarse mientras alguien atendía la herida en esta, pero algo no estaba bien aquí...

Volteó a la puerta cuando esta se abrió, sintiendo la piel de su frente ser estirada por una serie de cables, notando a Min-Jun y la doctora de la vez pasada entrar a la habitación. Él se veía alegre, casi aliviado de verlo vivo, pero la expresión de ella era indescifrable debido a la mascarilla en su rostro.

―¡Kim Dan, al fin despiertas!

El fisioterapeuta miró a su alrededor, tratando de comprender. ¿Qué hacían ellos ahí? ¿Acaso murió y todo esto es un espejismo? ¿Dónde está Jaekyung? Abrió sus ojos como platos y se sentó de golpe, deteniéndose solo por una sensación incómoda en su abdomen que hizo que la doctora se acercara a él y lo recostara con suavidad, revisando sus signos vitales.

―¿Pero qué...? ¿Me morí? ¿Estoy soñando?

―Estas muy vivo, tranquilo. Vivo y de vuelta a casa, si te hubiera encontrado una hora más tarde habrías muerto.

―¿Dónde estoy? ¿Dónde está Jaekyung?

Min-Jun apretó los labios, alternando la mirada entre Dan y la doctora que lo incitaba a decirle lo que había preparado. Dan había estado inconsciente durante diez días desde que volvieron al presente y fue intervenido por los médicos militares; tenía que haber sido tiempo suficiente para preparar algo profundo y delicado respecto a la realidad, pero siendo honestos estaba en blanco.

―Estás tal y donde empezamos y Jaekyung donde pertenece, en Joseon.

El cardiograma comenzó a alterarse ante el ritmo cardiaco de Dan ante esa respuesta, alertando a ambos agentes del gobierno. Los ojos de Dan se aguaron y trató de no desmayarse en lo que Min-Jun seguía hablando y la doctora atendiendo la situación médica.

―Te apuñalaron con un cuchillo envenenado, traerte de vuelta era la única opción para salvar tu vida...

―Tengo que volver, él... él y yo... ―Dan jadeó.

―Lo sé, me lo dijo. No todo, pero suficiente. Dan, ocupo que te calmes porque lo que te voy a decir es...

―¡Debo volver ahora mismo!

―Si lo haces sufrirías un daño cerebral permanente. ―La doctora lo interrumpió, mirándolo fijo. ―Hemos estudiado tu cerebro desde que llegaste para asegurarnos de que no sufras ningún tipo de daño por los viajes y el tiempo que has estado ahí. Sólo pocos días en el pasado les da amnesia temporal a los soldados y tú estuviste dos meses; hasta ahora no hemos encontrado ni una sola anormalidad, pero no vamos a tomar riesgos.

―Pero...

―Dan, ya has hecho suficientes cambios como para volver otra vez.

―Pero ni siquiera fui a donde tenía, ¿Cómo...?

Tanto la doctora como Min-Jun se vieron fijamente por un momento antes de voltear con Dan.

―El clan de los Joo está vivo y muy bien al día de hoy, de hecho son una familia muy poderosa. Funcionarios de gobierno, empresarios, actrices y actores, campeones mundiales en deportes; nunca sabrán que fue por tu, pero...