―Entonces... ¿Me vas a decir o voy a tener que esperar a que lleguemos a la casa de tus suegros? ―Hak-Kun le preguntó a su primo, temblando un poco por el frío de la noche que los cubría durante su viaje a Hanyang.
―No. ―respondió Jaekyung, tomando las riendas de su caballo con ambas manos sin voltear a ver a su primo, quien ya le había preguntado lo mismo por al menos cincuenta veces desde que dejaron la casa.
―¿No a decirme o no hasta que lleguemos a su casa? ―miró a su primo, recibiendo silencio de su parte. ―¡Vamos! ¡Aunque sea dime su apellido!
―Si sigues preguntándome me encargaré de que no llegues a la ciudad vivo.
Hak-Kun gruñó en su lugar, cabalgando por unos minutos más. Habían estado en el camino por al menos dos horas lo que significaba que si mantenían el paso, que era lento y estable, sus caballos podrían aguantar las cinco horas restantes hacia Hanyang.
Aun así, no estaba del todo seguro de que tan seguro era estar a tan altas horas de la noche en la intemperie, considerando las condiciones climáticas y que aún tenían un largo camino por delante. También tenían que preocuparse por los bandidos, que los caballos se asustaran, el clima otra vez: Tenían que parar.
Abrió su boca un par de veces sin emitir sonido alguno. No porque no supiera que decir, pero porque cada vez que volteaba a ver a su primo este tenía una mirada determinada puesta en el horizonte, tomando con fuerza el tubo donde salvaguardaba la famosa propuesta de matrimonio.
―¿Vas a seguir abriendo y cerrando la boca una y otra vez o vas a hablar?
―Jaekyung deberíamos de detenernos. ―se atrevió a decir, aguantando el aire.
―¿Por qué? Los caballos están bien. ―El noble volteó para con su primo algo confundido. ―Si seguimos a este paso llegaremos antes del amanecer.
―No es seguro. Tu propuesta no se irá a ningún lado, será mejor si continuamos mañana después de una noche de descanso.
―No quiero, hay que seguir. Entre más rápido me case con esta persona mejor.
―¿Qué acaso la embarazaste? ―Hak-Kun alzó una ceja. ―Jaekyung, quien quiera que sea esa persona, no creo que vaya a dejarte sólo por esperar un día más. Admiro tu determinación pero no vale la pena arriesgar tu vida y dejarla viuda antes de casarte. ―miró a su primo mientras este lo ignoraba, galopando un poco más rápido hasta pararse frente a él y detener su camino.
Jaekyung frunció el ceño tratando de sacarle la vuelta, pero cada vez que lo intentaba el otro caballo lo detenía. ―Muévete o te muevo, Hak-Kun.
―Jaekyung, para ahora mismo. No has descansado en todo el día...
―Y no lo haré hasta que me case.
Hak-Kun sentía que iba a explotar de la desesperación por el dramatismo de su primo. ¿Por qué era tan terco? Abrió la boca para replicar antes de ser interrumpido por el sonido cercano del galopar de un caballo, que hizo que ambos primos desenfundaran sus espadas de inmediato. ¿Sería un bandido o un simple animal salvaje?
Jaekyung sintió la sangre desvanecerse de su rostro cuando ese galopar resultó ser uno de los guardias que trajo a Dan a su casa, y que estuviera ahí no podía significar nada bueno. Guardó su espada, estudiando al hombre: Se veía nervioso, respiraba agitado y se veía que intentaba recomponerse antes de compartir con él las horribles noticias, desacelerando a su corcel una vez alcanzó a los nobles.
―¡Mi señor! ¡Es Kim Dan!
―¿Qué le ha pasado? ―preguntó de inmediato.
'Por favor que sólo se haya enfermado...'
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Amor Atemporal || Jinx (Manhwa) || TRADUCCIÓN
FanficHabiendo aparecido en una época a la que no pertenece, Kim Dan no está preparado para la tarea que le ha sido encomendada para evitar una muerte segura: Debe encargarse del demonio que vive dentro del joven Noble Joo Jaekyung, por más poco ortodoxo...