Capítulo 29: Recuerdos extraños que no me pertenecen

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Ese día, más temprano.

Ya oíste al doctor, tienes que ser más cuidadoso con ese hombro.

Sí, entrenador.

Jaekyung estaba harto de tener esta conversación una y otra vez. ¿Cuándo es que estos idiotas iban a entender que no iba a seguir esos estúpidos consejos y que no iba a dejar de entrenar? No iba a relajarse ahora: estaba en la cima, hacerlo sería estúpido. Daehyun y Yoongu estaban callados en el asiento trasero, escuchando la conversación con atención.

Lo digo en serio Jaekyung. Si no te detienes...

Y esas palabras se fueron directamente al buzón. No iba a escuchar absolutamente nada de lo que Yosep le estuviera diciendo. ¿Por qué todos son tan insistentes con ese tema? Él estaba más que bien, su propio cuerpo estaba aterrorizado de él, era su perra. Miró por la ventana, arrepintiéndose de no haber traído su propio coche esta ocasión, de haberlo hecho quizá no estaría escuchando estas tonterías. Suspiró suave, recargándose en el asiendo y cerrando sus ojos mientras sentía estos últimos arder debajo de sus párpados: no había dormido casi nada la noche anterior debido a esa maldita pesadilla.

Ya casi llegamos, el doctor ya debe estar ahí.

¿Doctor? ¿Qué doctor? ―el más joven preguntó.

El nuevo doctor del que nos habló Namwook-hyung ayer, Papa. ―Daehyun le respondió. ―Le va a dar terapia a Jaekyung-hyung hoy.

Oh si, lo recuerdo... ¿Pero quién es?

Trabaja en un hospital en otro distrito, pero con suerte va a quedarse aquí. ―comentó Yosep con calma a medida que giraba el volante.

No se esperance, hyung. ―Jaekyung gruñó. ―Apuesto a que es tan imbécil como el resto.

Ya estaban cerca del gimnasio, quizá podía aprovechar este momento y descansar sus ojos un rato en lo que llegaban antes de recibir la terapia de ese extraño. Había echado casi a patadas a todos los doctores que habían ido a tratarlo, no había ningún motivo para que fuera diferente esta vez.

Sintió el auto detenerse a unas cuadras del gimnasio, abriendo sus ojos para ver a su alrededor. Estaban en un semáforo rojo detrás de un par de autos, haciéndolo soltar un gruñido suave. Si Yosep no manejara como anciana ya habrían llegado al gimnasio para terminar con esto de una vez.

Relájate, llegaremos en cinco.

Odio el tráfico. ―Yoongu suspiró.

No me sorprende, apuesto a que el tráfico en tu rancho es por camiones de papas. ―Daehyun rio suave.

¡Oye! Sólo porque soy foráneo...

Dios mío, ya cállense la puta boca los dos.

Jaekyung gruñó suave, disfrutando del silencio casi inmediato. Ni siquiera su sobrino, un bebé de apenas cuatro meses, era tan problemático como este par de idiotas. Miró por la ventana a punto de cerrar sus ojos de nuevo, pero se detuvo ante el espejismo de sus sueños. Paró ambas orejas en atención, mirando a la cabeza castaña que caminaba por las calles y sintiendo una oleada de adrenalina tomando el control. Actuando bajo una fuerza desconocida, se quitó el cinturón.

Oye, aún no llegamos, póntelo.

Espera, creo... creo que vi a alguien. Váyanse, yo los alcanzo.

El semáforo se cambió a verde a medida que el luchador abrió la puerta de copiloto.

¿¡Qué!? No, devuélvete, nos tenemos que ir...

Amor Atemporal || Jinx (Manhwa) || TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora