Capítulo 30: Lugar y Momento Correcto

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Dan se apresuró a llegar a la casa del luchador, no muy seguro de porque había sido llamado. ¿Habría sido por el masaje que le dio? ¿Está adolorido? Debe de, ¿Por qué otra razón le habría mandado un mensaje tan misterioso tan tarde? Ni siquiera pudo terminar su sopa en casa y tuvo que guardar todo, sin duda un desperdicio de gas.

No estaba del todo contento por este mensaje llegando tan tarde, considerando que el transporte público ya había cerrado y tuvo que tomar un taxi del cual nunca se recuperaría financieramente. Pero tenía que saber si él estaba bien. Nuevamente, ¿Por qué le habría mandado un mensaje tan intrigante?

Apenas llegó a su destino, fue tomado por sorpresa por ese enorme edificio en el que Jaekyung vivía. Estaba bien iluminado, parándose orgulloso en el centro de uno de los distritos más ricos de la ciudad, quizá de todo el mundo. No es que no se lo esperaba: es un campeón mundialmente reconocido y su linaje va hasta los nobles de Corea. No terminaba de sorprenderle el poder que el dinero tenía antes y que aún tiene ahora.

"Supongo que algunas cosas no cambian..." pensó.

Dan entró al edificio sin dejar de sostener la bolsa que cargaba con todo lo que necesitaría para esta terapia imprevista, dándole a los guardias y la recepcionista la información que Jaekyung le había mandado para que lo dejaran pasar sin problemas. Sólo esperaba que no estuviera sufriendo tanto...

[.]

Al llegar al nivel del pent-house notó que la puerta de la entrada estaba abierta. Sintió un deja-vu a la primera noche donde conoció al otro Jaekyung, con la diferencia de que en esta ocasión voluntariamente estaba entrando a la cueva del lobo. Tragó saliva suavemente antes de entrar, queriendo escuchar si alguien estaba despierto en lo que tocaba la puerta.

Adelante, Kim Dan.

No cabía duda: era la misma voz que ha estado escuchando. Dan respiró profundamente, entrando a la casa y admirándola mientras se quitaba los zapatos para colocarse las pantuflas de invitados. Era el lugar más lujoso que había visto: techos altos, muchas ventanas y mueblería elegante que nunca podría costearse en esta vida. A pesar de estos lujos no pudo evitar tener esa sensación de cuando estuvo en la habitación del otro Jaekyung: se sentía vacío a pesar de tener demasiado.

Joo Jaekyung estaba sentado en el sillón de la sala mirando algo que descansaba en la mesa antes de colocarlo en el bolsillo de su pantalón de pijama. No lo hacía porque le diera vergüenza que el doctor pensara que pudo haberle robado su pulsera, pero porque estaba guardándola para más tarde que comenzara la conversación que necesitaban tener esa noche.

El luchador volteó para con el recién llegado notando lo cansado que estaba su rostro, quizás por la travesía de haber venido tan rápido como le fue posible a su casa.

"Debe haberse apurado mucho para llegar aquí."

Tal vez no debió haberle dicho que ocupaba terapia cuando ese no era el caso, pero esta conversación tenía que pasar de una manera o de otra y, preferentemente, tenía que ser la suya. Se levantó de su lugar con las manos en los bolsillos, casi como si su intención fuera mantener la pulsera oculta. El doctor se le acercó aparentemente tranquilo, manteniendo sus nervios lo menos notorios posible.

¿Querrá su terapia aquí, señor?

Sí, como sea. Sólo alístate.

El doctor asintió y colocó su bolso sobre la mesa, sacando las cosas necesarias para el masaje. Su nerviosismo era bastante obvio para el luchador, quien simplemente lo miraba en lo que procesaba algunos de esos recuerdos recién adquiridos de su vida pasada, los cuales no quería admitir como tales. ¿Cómo es posible que el hombre de sus sueños fuera el mismo que su fisioterapeuta? ¿Cómo es que se ven idénticos? Tal vez si se estaba volviendo loco, no había otra explicación. ¿Cómo puede terminar de confiar en sus nuevos "recuerdos"?

Amor Atemporal || Jinx (Manhwa) || TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora