HER | ᴿᴵⱽᴬᴿᴵ

10| Love me

SAMANTHA'S POV

Bajo esta noche estrellada, la habitación se baña a la luz de la luna, y han aparecido los animales de la oscuridad.

El zumbido de los insectos relámpago y un cuerpo cálido a mi lado me impiden dormir. Cuando me acosté con Vicky, en menos de tres minutos, ya estaba dormida. Pero aquí, es diferente. La persona a pocos centímetros de mí no es Vicky y eso lo cambia todo.

Mi mejor amiga es como una ardilla, es tan dulce como un caramelo y a su lado, me siento segura.

Con Abril, es todo lo contrario, esta chica me asusta. Hay una alta probabilidad de que me mate mientras duermo, y es esta amenaza la que me mantiene despierta.

Después de girar mi cuerpo más de cien veces, me levanto rápidamente de la cama de Abril y voy directamente a sus ventanas abiertas de par en par. Esta idiota decidió dejarlas abiertas y fue claramente una mala idea. El viento frío congeló la habitación, y el canto de algunas nigueras me despertó en medio de la noche.

—¿Qué estás haciendo? —una voz me asusta.

Me doy la espalda y los ojos de Abril ya están sobre mí.

—Estoy cerrando las ventanas, ¿no es obvio?

Ella me frunce el ceño.

—Déjalas abiertas.

—¡No, verga! Aquí hace demasiado frío.

—Tienes suerte de que esté demasiado cansada para discutir ahora mismo —ella añade y gira un cuerpo para que solo pueda verla de vuelta.

Incluso mientras está medio despierta, sigue siendo una mocosa arrogante. La temperatura fresca de su habitación me pone la piel de gallina y no pierdo el tiempo deslizándome suavemente en su cama. El calor de las mantas me da una sensación extraña, ya que no estoy acostumbrada a dormir al lado de alguien. Aunque la semana pasada me acosté con Vicky, teníamos dos mantas a nuestra disposición. Como resultado, no tuve la oportunidad de sentir el calor de su cuerpo. Por eso, aquí, es diferente de todas mis noches con Vic.

Puedo sentir que está a unos centímetros de mí y eso me molesta.

—Perdedora, vete a dormir.

—No puedo.

La escucho suspirar, y me sorprende bastante que se vuelva hacia mí. Con sus rasgos faciales, puedo decir que parece molesta por mi respuesta, pero no es mi culpa.

—Eres molesta.

—Ojalá pudiera decir lo mismo de ti, lo digo en un tono irónico.

—Deja de molestarme.

Después de todos estos años, nunca tuvimos una buena conversación. Uno de nosotros siempre golpeaba al otro, y esta pequeña discusión no es una excepción. Sin embargo, este es más suave que los demás. Parece que nuestra relación está progresando, aunque con el paso de hormigas.

—¿Por qué sigues hablando conmigo entonces? —Pregunto.

Ella parece asombrada por mi pregunta.

—Yo... Cállate.

—¿Cómo fue? —una voz clara estalla de la nada.

Abro los ojos y me doy cuenta de que la cara de Vicky está a unas pulgadas de mí. Una sonrisa inocente está pegada en sus labios rosados y sus manos sostienen sus mejillas para sostener su cabeza. Su postura me sorprende y me despierta inmediatamente. Instintivamente, doy un paso atrás y suelto un grito.

Mis gritos son seguidos por los gritos de Abril.

—¡Cállate, pendeja! —Me dice la bruja mientras se levanta en una posición sentada.

—¡Buenos días a todos! —Aparece Millaray.

De repente, siento que mis mejillas se calientan. Después de una semana viviendo en el mismo techo que ella, todavía no estoy acostumbrada a su presencia, aunque me haga feliz. No tuvimos la oportunidad de conocernos mejor porque cada vez que estaba a solas con ella, Vicky o Abril salían de la nada.

—¿Por qué están todas aquí? —Pregunto mientras me froto los ojos.

—Solo quería comprobar si todavía estabas viva —responde Vicky—. ¡Y lo estás, funcionó!

—¿Qué funcionó?

—Todos sabemos que una noche no las reconciliará a ustedes dos para siempre, así que hasta que el baño esté listo, tienen que soportarse el uno al otro todas las noches.

—Es la idea más tonta que he escuchado en mi vida. —Abril gruñe y sale de la habitación.

—Uh-Oh. Ella está enojada —Nuvia revela con un destello de culpa en su hermosa cara.

—Deberías ir a ver cómo está —mi mejor amiga le propone.

La chica que me gusta desde el año pasado asiente rápidamente con la cabeza y sale de la habitación.

—Te estás sonrojando, Samantha.

Escondo mi cara avergonzada mientras ella se echaba a reír. Nuvia es la única persona que tiene este efecto en mí. Ella es la única que hace que mi corazón rebote locamente. No estoy familiarizado con estos cambios repentinos en mi cuerpo porque ella es mi primer amor. La que realmente amo, pero no creo que mis sentimientos por ella sean mutuos.

Ella se merece a alguien mejor que yo.

Cuando estoy cerca de ella, no me siento lo suficiente como para hacerla completamente feliz y ese pensamiento me rompe el corazón.

Tengo tantas ganas de ser yo que duele en el fondo de mi corazón.

—Eres tan linda —ella me pellizca las mejillas.

—¿Crees que me quiere? —Pregunto.

—¿Crees que sí?

La sonrisa de Vicky desaparece y puedo sentir que mi garganta se aprieta.

Amar a alguien que no nos ama a cambio es probablemente el peor sentimiento que existe. Es como esperar cada segundo algo que nunca sucederá, y eso no es lo que quiero. Ya no quiero sufrir. ¿Debería encontrar a alguien más? No tengo ni idea. Olvidar mis sentimientos por Millaray no es una tarea fácil. Incluso si ella solo me ve como una amiga, quiero ser más que su amiga, y ese deseo egoísta me destruye lentamente.

¿Ella siente lo mismo?

Siento que... esto nunca sucederá.

Las lágrimas que salían de mis ojos empezaron a hacer rodar mis mejillas. Me duele. Saber que ella nunca me amará duele. Me duele mucho. Mis manos temblorosas vienen a cubrir mis lágrimas, pero también a esconderme de mi mejor amiga. No quiero que me vea débil e indefensa. Cuando iba a pedirle que me dejara en paz, sus brazos me abrazaron con un cálido abrazo. Su mano me acaricia el pelo y pone mi frente en su hombro. Lloro suavemente a su lado, y dejo que el dolor me abrume.

—Shhh... Va a estar bien. Vas a estar bien.

Yo también lo deseo. De verdad que lo hago.