26| Let me hold u

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—Solo quiero sentirte.

SAMANTHA'S POV

Casi me ahogo después de escuchar esa frase de ella. Ella me quiere muerta, puedo apostar por ello. Mis oídos están ardiendo y, al mismo tiempo, ella cierra la distancia entre nosotras con un paso adelante. Aprieta la mandíbula y frunzo el ceño. ¿Qué está haciendo? No lo entiendo. Ella tiene a Juan. Escuché de Roier que es muy bonita y parecía gustarle mucho.

—Estás loca. Solo voy a fingir que no escuché nada de ti, alr...

—¿Tú... no me quieres? —me pregunta con los ojos llorosos.

¿Va a llorar? No lo entiendo. Para ser honesta, estoy acostumbrada a ver a Abril hasta el culo, pero no estoy acostumbrada a verla tan frágil. Parece que va a llorar en cualquier momento y no soy buena para consolar a la gente.

—Eh... ¿Qué?

—¿Te doy asco? —ella llora, justo a mi lado.

Ella está diciendo tonterías y no puedo encontrar las palabras adecuadas para evitar que llore como un enorme bebé. Podría despertar a Vicky y Nuvia con su volumen. Eso no debe pasar. Me matarán por interrumpir su sueño y por hacer llorar a Abril.

—¡No! Por favor, deja de llorar, Vicky se va a despertar —digo.

La monja es una persona completamente diferente cuando se trata de molestarla en medio de la noche. No quiero despertar al monstruo que hay dentro de ella, así que corro hacia la puerta y la cierro.

—La abuela estará enojada conmigo. Soy un desastre —llora y se sienta en el borde de nuestra cama.

Ruedo los ojos y me acerco a ella.

—Te ves fea cuando lloras —Añado.

—Lo siento —dice en el mismo tono que el mío.

No esperaba este tipo de respuesta de ella. Ella no tiene una baja autoestima, al contrario, está llena de sí misma. Pero, ahora mismo, parece sincera sobre el hecho de que no se ve bien. ¡Estaba bromeando! No pensé que me tomaría en serio.

—¿Qué pasa? No estás actuando... como tú.

—¿Sabías que no dejé caer ni una sola lágrima por mi abuela hasta ahora?

No me sorprende. Incluso si puede explotar por pequeños dramas, Abril es una persona de mente fuerte. Ella no llora fácilmente. Es la primera vez que veo sus lágrimas.

—Ella estaría decepcionada. Bebo, bailo, me desconecto y maldigo —ella continúa—. No estoy orgullosa de ello.

—Si lo hubieras dicho.

—Uno de los tipos de la fiesta me drogó. Fue difícil al principio, pero me manejé bastante bien.

—¿Quién te drogó?

—Marco, creo que ese es su nombre. Quería follarme.

—Oh.

—Y si no me traías a casa, sin duda estaría en su cama. Ese puto cabrón. No tengo ni idea de lo que puso en la bebida, pero seguro que está funcionando. Mierda. Es jodidamente irritante como... no importa —ella gruñe y toma su cabeza con sus manos.

A Abril le gusta maldecir, pero algo en serio la está molestando. Ella está llorando y no tengo ni idea de cómo consolar a alguien.

—¿Como qué?

—Dije que no importa.

—Termina tu frase —Ordeno.

Esa mocosa está empezando a molestarme. El misterio no es mi taza de té, pero es un rompecabezas en el que faltan todas las piezas.

HER | ᴿᴵⱽᴬᴿᴵDonde viven las historias. Descúbrelo ahora