23| Strange habit

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SAMANTHA'S POV

Tengo la curiosa costumbre de analizar a las personas que me rodean. Viene de la muerte de mi padre biológico. En ese entonces, mi familia, como mis tías, no hablaban mucho sobre mi pérdida, y sentí que algo andaba mal. Se compadecían de mí, pero no se atrevieron a decirlo. Fue descifrando sus ojos como entendí.

Con el tiempo, tiendo a analizar a las personas sin darme cuenta. Y es Nuvia quien me ha dejado el mayor impacto. Su carisma y su sonrisa, esas partes de ella me hicieron enamorarme de ella a primera vista. Su belleza me había quitado el aliento y solía sentir la necesidad de querer desecharla.

Ella me intrigó.

Y ahora ella no tiene secretos conmigo. Al vivir en el mismo dormitorio, sabía cosas sobre ella que no debería haber sabido. Por ejemplo, su obsesión con la limpieza o sus pedos silenciosos.

Hoy en día puedo ver a Nuvia como un libro abierto. Hubo un tiempo en el que no podía dormir porque analicé en exceso su comportamiento para saber si yo era de su tipo.

Es gracioso ver lo enculada que estaba por ella. Ahora mismo, no puedo verla más que una buena amiga.

—No aceptamos vasos de extraños, ¿de acuerdo? —Nuvia dice, dirigiéndose a Vicky, Abril y a mí.

Sus ojos se posan un poco más en Ari porque todos sabemos que Abril es una nómada. En cada fiesta, se evapora como el agua y la volvemos a ver al día siguiente. No me importa lo que haga tarde por la noche, pero Vicky siempre está preocupada por su seguridad. Y me enoja ver que mi mejor amiga se preocupa por alguien que no vale la pena. Abril besará a cualquiera, como siempre. Ni siquiera es una sorpresa que venga de ella.

—Nos vemos —dice Abril.

La misma le da un beso rápido en la mejilla de Nuvia y Vicky antes de correr a la casa. La mayor de nosotras que era, por cierto, mi ex enamorada, pone los ojos en blanco y se vuelve hacia mí.

—Ella es increíble.

Levanto los hombros y camino a la casa de Félix. Una brisa de calor acaricia mi cara y la luz tenue del lugar me impide ver claramente el pasillo. Mi camino está restringido ya que los estudiantes han monopolizado la habitación. Evito todo contacto con los cuerpos sudorosos que me rodean y luego me encuentro en una sala de estar con muchas personas, pero sin embargo, con más espacio. Nuvia y Vicky me llevan corriendo a un buffet. La cristiana no pierde el tiempo y toma un bocado de los aperitivos. Las miro con diversión hasta que unas manos me cubren los ojos.

—Adivina quién es —dice una voz masculina.

Sonrío, quito suavemente los dedos de Félix y muevo mis tacones para enfrentarme a él. Nuestros ojos se encuentran y nos sonreímos el uno al otro.

—Hola.

—Me alegro de que hayas venido —dijo como si estuviera gratamente sorprendido de verme.

Golpeo ligeramente su hombro y una sonrisa se escapa de mis labios.

—Por supuesto que vine. No me gustaría perderme tu vigésimo primer cumpleaños. ¡Ahora puedes comprar alcohol legalmente! —Me burlé de él.

Él se ríe y yo salto un poco cuando siento que sus manos se deslizan sobre mi cintura. Sigo sonriendo fingiendo que su gesto no genera nada en mí.

Su toque debería sentirse extraño, ya que nadie ha estado tan cerca de mí.

Aparte de ella.

Pensando en esa noche desastrosa, mis mejillas se vuelven carmesí y Félix sonríe aun más creyendo que fue él quien me hizo sonrojar. Su mano presiona con más fuerza, y una vez que se rompe la distancia, nuestros cuerpos están uno contra el otro. Su cara ahora está más cerca de la mía. Puedo sentir su aliento cálido extendido sobre mi cuello y la punta de mi nariz.

Un momento después, nos besamos durante varios segundos antes de que respire de nuevo. Me pellizco los labios mientras sus mejillas se vuelven escarlata. Mirándonos el uno al otro, nos reímos un poco mientras sus manos todavía están en mi cintura.

—¿Fue tu primer beso?

Me congelo. Con una sensación de perturbación, siento que los labios suaves de Ari aterrizan en los míos y mi cuerpo se enciende a esta ilusión. No es real. Y, sin embargo, lo parecía. Mi pulso es un poco brusco, como si hubiera tenido una sesión de conexión con Abril.

Contraigo mi mandíbula para actuar con normalidad y sonreír.

—Sí —no.

ya volvíí😁😁😁

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ya volvíí😁😁😁

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