El aire abandona mis pulmones tan pronto cómo esa extraña sensación me invade.
Es tan confusa, que no podría describirla con palabras. No hay dolor… no hay incomodidad… no hay nada, salvo el raro presentimiento que se instala en mi pecho, como si me dijera que hay algo diferente en mi cuerpo, algo que no debería estar ahí, pero es sólo eso. No siento nada más, sólo la intensidad con la que mi corazón ha empezado a latir de repente.
—Esto es lo que en realidad soy. Éste, es el verdadero monstruo…
Suelto un fuerte jadeo al sentir un agudo dolor en mi estómago, que me indica que ha enterrado el cuchillo más profundo o, quizás, me apuñaló por segunda vez. Cualquiera de las dos es posible, pero no me atrevo a mirar ese sitio, sino que me concentro en sus ojos, esos ojos verdes cargados de maldad, cuyo dueño terminó convirtiéndose en mi mayor pesadilla.
—Ésta, es la bestia… la bestia que tú misma creaste… —susurra, tan cerca que puedo sentir su cálido aliento chocar con mi rostro— y ahora, ésta bestia se encargará de terminar algo que dejó pendiente… hoy, ésta bestia hará lo que debió haber hecho hace mucho tiempo…
Una tercera puñalada es la responsable de hacerme soltar el grito que se había quedado atorado en mi garganta.
La nueva punzada de dolor que me golpea ahí, justo en el vientre, se encarga de robarme las pocas energías que me quedaban, mismas que me permitían mantenerme de pie. Siento como mis piernas flaquean y a punto estoy de desplomarme, no obstante, Connor logra sostenerme de la cintura, evitando que me golpee contra el suelo.
Mi instinto me obliga a actuar e intento gritarle, hablarle, incluso golpearlo, pero me es imposible. Las fuerzas de mi cuerpo parecen haberse desvanecido en un instante y aunque lo intento, no consigo decir una sola palabra. Es como si me ahogara en el proceso, sin mencionar mi entrecortada respiración, la cual me hace sentir asfixiada, incapaz de inhalar ni siquiera una minúscula pizca de aire.
Sus brazos logran sostenerme con una delicadeza digna de admirar, tanta que no me percato del momento en que comienza a bajar mi cuerpo con mucha lentitud, hasta que mi espalda entra en contacto con la dureza del cemento. Por segunda vez, intento hablar y decirle algo —incluso gritarle y maldecirlo—, pero de nuevo, la sensación de que me ahogo con mi propia saliva, me impide articular cualquier sonido que no sean los espeluznantes jadeos que se escapan de mi boca, derivados del dolor que me produce el simple hecho de respirar.
—Shh… descansa, Ali. Ahora todo estará bien… —susurra, antes de depositar un suave beso en mi frente que, si no fuera por la situación, incluso me resultaría tierno— Bienvenida al infierno, pequeña. Es momento de que pagues las consecuencias por las decisiones que has tomado… es momento de que enfrentes tu destino… y que la vida misma, te pase factura…
El sonido de una nueva y última explosión, sacude de forma cruel mi corazón.
Todo el peso del cuerpo de Connor, cae sobre mí de forma abrupta, arrancándome un fuerte grito desde lo más profundo de mi garganta, seguido por un nuevo mar de lágrimas que no logro contener, menos cuando vuelvo a sentir el intenso dolor en mi estómago. Mi mente se encuentra en shock, incapaz de reaccionar y entender todo lo que acaba de pasar, como si el tiempo se hubiera detenido, sólo que, ésta vez, la única atrapada en ésta extraña burbuja, soy yo.
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El Asesino Arcoíris © || COMPLETA
Mistério / SuspenseAlissa deberá seguir las pistas y armar el rompecabezas. ¿Lo logrará o se convertirá en la siguiente víctima? ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Cuando un asesino en serie aparece para aterrorizar a todos en la ciudad, sin darse cuenta, Alissa será...