Capítulo 4

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-Oh, por Dios, mira como volviste esto, cariño. -Una señora de unos 40 años entró en la habitación mirando todo mi desastre y cuando nuestras miradas se conectaron me sonrió comprensiva.

Yo sólo pude limpiarme las lágrimas y abrazarme.

-Mira, te traje el desayuno, es avena con algo de frutas, un jugo de naranja, agua y tu pastilla.

-¿Q-qué pastilla? -Ella no podría saberlo, ¿verdad?

-No lo sé, sólo me dijo que te la diera.

-No tengo hambre.

-Pero tienes que comer, cariño, te vas a enfermar, mira lo flaca que estás. ¿Por qué no comes en este escritorio mientras yo organizo este desastre? -Dijo al ver que el escritorio era lo único que se salvó mientras ponía comida ahí.

-Vamos, come, está delicioso.

-No. No quiero

-Lisa se enfadara, vamos, come un poco.

-A mí no me importa lo que piense ella. -Respondi antes de esconder mi rostro entre mis piernas.

Escuché un suspiro y como empezaba a acomodar todo casi una hora después todo estaba listo y se fue.

Me levanté del piso con la esperanza de que haya dejado la puerta abierta pero no. La cerró, joder.

Miré toda la habitación y me encontré con dos cámaras de seguridad, tomé mi calzado y lo lancé contra una de ellas tome la avena y la lancé a la cámara fuertemente tiré el plato rompiéndolo y me aseguré de que no hubieran más cámaras para darme cuenta que no. Suspiré y me acerqué a la bandeja de desayuno para tomarme la pastilla ya que ella me daba mucho sueño y así podría dormir. Me comí algunas fresas y me fuí a acostar a la cómoda cama King.

De hecho mi habitación era hermosa y grande, elegante y algo minimalista, todo lo que me gustaba.

Algo bueno, al menos.

Lisa pov

Jisoo se sobresaltó al escuchar un fuerte golpe arriba y me miró mientras yo acariciaba mi sien.

-¿Y eso?

-Jennie...

-¿Jennie? ¿Jennie Kim?

-La misma.

-¿La secuestraste? Sí ví algo por ahí pero nunca pensé que habrías sido tú.

-Su padre me la dió como pago. Me debía mucho dinero y me ofreció a su hija.

-¿Por qué mierda aceptaste, Lisa? -Pregunto mirandome acusadora y con algo de enfado.

-No te incumbe.

-Sé que eres mala, que no tienes corazón, que sólo te importas tú y listo, eres traficante y a veces secuestras pero no esa niña que no te ha hecho nada, cuando secuestras tienes una razón pero ¿con ella? -Dijo claramente decepcionada y la verdad. Jamás secuestraba porque sí, siempre había una razón.

-Tambien hay una razón.

-Dímela.

-No. -Dije ya harta de ella.

-Rosé se enfadara mucho contigo.

-Lo siento mucho por ella. -Dije alzando mis hombros.

-Eres inaguantable, me voy, adiós.

-Adiós.

Me levanté de mi silla y salí de mi oficina para subir las escaleras e ir a la habitación de esa necia.

Abrí la puerta lentamente y no la ví por ningún lado así que supuse que estaba en el baño. Entré y la esperé pero no salía así que me empecé a preocupar, entré en el baño abruptamente y no estaba, la busqué por todo lado y definitivamente no estaba.

Está niña...

Abrí la puerta y salí corriendo a buscarla pero cuando estaba a punto de bajar las escaleras vi a una de mis guardias con Jennie en brazos mientras se retorcía y gritaba.

-¡Suéltame, no me toques!

Bajé las escaleras lentamente y cuando ella me miró sus ojos se llenaron de miedo.

-Sueltala, Ahin

Ella lo hizo lentamente y yo me acerqué.

-Solo llevas 7 días aquí y ya te has intentado escapar 6 veces. ¿Por qué no te rindes, Jennie? Nunca vas a poder irte de mi lado. -Tome su mandíbula para que me mirará fijamente -Nunca. -Ella me apartó bruscamente e intentó irse de nuevo pero yo fui más rápida y la tomé en brazos para llevarla a la habitación.

-¡Suéltame! ¡Bájame ya, imbécil!

Cuando llegamos cerré la puerta con seguro y después la tiré algo fuerte contra la cama. Ella jadeó yéndose rápidamente a una esquina de la habitación mientras yo me sentaba en un sofá. Toqué mi sien y suspiré.

-He sido buena contigo tanto como puedo. No te he tocado, no te obligó a nada, te doy tus comidas preferidas, incluso te dejó que le escribas cartas a tu madre y se las envío...

-¿No me obligas a nada? ¿Acaso el estar aquí en esta habitación no es una obligación? ¡Me tienes secuestrada y me pides que no intente escaparme! ¡Eres una cínica, eres mala! ¡Eres un monstruo! -Me levanté rápidamente del sofá para ir hacía ella y tomé su mandíbula fuertemente.

-Yo seré todo lo que tú quieras pero tú eres una necia desagradecida. Deberías agradecerme, si tu padre te hubiese dado a otra persona probablemente ahora mismo te estarían violando o prostituyendo, o peor muerta. Pasando hambre, frío, dolor. Aquí lo tienes todo, vives como una reina. Te doy comidas increíbles, tienes un baño enorme y cómodo, tu cama es suave y podrías estar durmiendo en una dura y pequeña, pero no.

-Lisa... -Afloje mi agarre en su mandíbula pero no la solté. -Al parecer te encanta que te traten mal, a los gritos y a los golpes, ¿verdad? Pues eso pasará desde ahora si no empiezas a comportarte y a resignarte. Ahora eres mía, completamente mía y puedes hacer y decir lo que quieras, eres completamente mía y puedo hacer lo que se me dé la gana contigo así que no termines con mi poca paciencia, Jennie. No lo hagas, no seguiré siendo blanda contigo. No más. O te resignas o te resigno. Tú decides, Jennie.

La solté y me fui de ahí rápidamente furiosa.

°•<3•°

Reave - Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora