Capítulo 10

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Me desperté algo desorientada escuchando unos suaves sollozos cerca de mi.

Traté de abrir mis ojos pero la luz me lo impedía pero al final lo logré, aclaré mi garganta porque la sentía seca, no tenía ganas de hablar ni fuerzas.

-¡Lisa! -Rosé soltó un grito corriendo hacía a mí en cuanto me vio despierta.

-Me asustaste mucho, Lisi...

-Estoy bien. -Susurré para que no se preocupara de más.

Jisoo llamó a él doctor y sonrió al verme.

-Lisa, Lisa... Tan fuerte como siempre.

No dije nada.

No dije nada durante mi estancia en el hospital.

Sólo asentía o negaba.

Estuve dos malditas semanas en el hospital gracias a que mi linda cautiva con ojos se gatito inocente me enterró unos estúpidos vidrios en la barriga y me perforó muy superficialmente el hígado.

Que por cierto, no logró escapar, la encontraron al día siguiente en medio del bosque con animales asechandola completamente desmayada.

Estuve 5 días en cuidados intensivos y el resto de días bajo reposo.

De hecho me tengo que quedar otra semana pero me niego.

Necesito ir a ver a esa perra.

Rosie me estaba ayudando a cambiarme ya que todo me dolía, mi pierna también pero no era nada comparado con mi barriga.

-Deberias quedarte la otra semana.

-No.

-Bien... -Susurró. -¿La vas a matar? -Preguntó con algo de temor en su voz.

-No, eso no es divertido.

-¿Qué? -Preguntó con terror

-Gracias por acompañarme estás semanas, Rosie pero vete a descansar, no quiero que vayas a mí casa a menos que te invite, ¿te quedó claro?

-¡No! Jennie cometió un error pero tú también, están en paz, vamos, Lisa, no le vayas a hacer nada.

-Rosé.

-Solo estaba asustada. La violaste. No la vayas a torturar, Lisi.

-Callate.

-Lisi...

-Rosé, vámonos.

Yo ya había hablando con Jisoo para que se llevará a Rosé antes de irme porque sé como es de terca.

-¡LISA! -Grito cuando Jisoo se la llevó a rastras.

Suspiré y me bajé de la camilla con cuidado. Marie llegó con una silla de ruedas y yo me reí suavemente.

-Puedo caminar.

-No, siéntate ya mismo.

-No.

-Lalisa Manobal.

Murmuré una palabrota y me senté, ella tomó mis cosas, se las pasó a uno de mis hombres y nos fuimos después de pagar todo y firmar mi salida.

Dormí durante todo el camino ya que gracias a mis pastillas mantengo con sueño todo el día y también me siento muy decaída.

Parecen depresivas.

Cuando llegué no quería ver a Jennie pero me la encontré bajando las escaleras.

Tenía una camiseta enorme con un pantalón de chándal y estaba descalza.

Sus ojos estaban rojos probablemente de llorar, había ojeras abajo de sus ojos, estaba despeinada y sus lindas mejillas rojitas por las lágrimas.

Le dije a los chicos que la dejaran caminar por la casa tranquilamente ya que si volvía a escapar no llegaría muy lejos, y al parecer aprendió de la última vez porque no intenta ni siquiera acercarse a las puertas.

-Lisa... -Susurró con terror en sus ojos y en su voz.

-Hola, Jennie, ¿cómo estás, cielo? -Pregunté subiendo otra escalera para acariciar su mejilla.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y bajó su mirada. -¿Lograste algo, Jennie? -se quedó callada y sollozando muy bajito -¿Lograste algo, bebé? ¿Lograste algo con casi haberme matado? ¿Qué conseguiste? Sigues aquí, sigues siendo mía, pero ya no seré esa estúpida que te trataba bien. Vas a arrepentirte tanto de haberme hecho esto.

-N-nesitaba irme...

-¿Ah, sí? ¿Necesitabas correr a ir a ver a ese maldito chandoso? Claro, te enteraste que tiene cáncer y no dudaste en correr para estar con él. Por poco me matas, sólo para ir a ver como muere.

-Lisa...

-Si el maldito cáncer de hígado que tiene no lo mata lo haré yo, Jennie. ¿Lo amas demasiado? Pues ahora morirá. -Tomé su mandíbula fuertemente y la hice mirarme fijamente. -Ya te diste cuenta que nunca vas a poder irte de mí lado, que eres únicamente mía, que nadie nunca más te va a mirar ni te va a tocar porque si alguien llega a hacerlo te juro que yo misma les cortó las manos y después les saco los sesos. -Ella sollozó asintiendo. -¿En serio creías que al escapar él correría hacia tí, te besaría y te diría lo mucho que te ama? No, porque a él le interesaba tu virginidad, así es con todas, ese bastardo fue mi amigo, y no sabes las cosas asquerosas que me decía que quería hacerte, por él te conocí, Jennie y si para tí soy lo peor que te ha pasado pues él tiene la culpa por haberme enseñado una foto tuya. Yo ya te cogí y él no va a quererte porque "ese coño está abierto y usado" eso le dice a todas después de follarlas o cuando alguien desvirgada lo quiere así que deja de ser una estúpida ilusa, Jennie. Agradece que no pudiste escapar porque... ¿quieres saber algo? se casó el mismo día que intentaste irte, y viene un bebé en camino. -Sus sollozos aumentaron y yo sonreí. -No llores... no puedes estar triste de no ser esa pobre chica. Debe de tener más cuernos que Kharly. -Me rei de mi propio chiste pero ella sólo siguió llorando.

-Deja de llorar, te ves aún más patética, joder.

-Espero hayas entendido todo lo que te dije y desde ahora vamos a dormir juntas, ¿está claro? -ella asintió lentamente dubitativa y yo sonreí. -Buena chica. -Besé sus labios un par de veces después su cuello y apreté uno de sus hermosos pechos por encima de la camiseta.

-P-para, no puedes, tienes que estar en reposo, Lisa. -Dijo con una linda voz suave y yo sonreí.

-Bien... ¿A dónde ibas?

-A la cocina... Por helado.

-Ugh... Yo no puedo comer, bueno, ¿le dices a Marie que me lleve una ensalada de frutas, por favor? -ella asintió -Gracias, cielo. -Besé sus labios y ella siguió su camino.

Yo terminé de subir las escaleras y entré en mi habitación acostándome, encendí el televisor y busqué una película, Jennie regresó con mi fruta y yo sonreí. -Te tardaste.

-La hice yo... No encontré a Marie.

-Mm... Bueno.

-Ire a darme una ducha.

-¿Y tú helado?

-Ya no hay. -Susurró con pena.

-Oh. -Asenti y ella entró en el baño después de tomar la ropa que se pondría.

°•<3•°

Reave - Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora