Reave - Jenlisa G!P

Capítulo 6

Retrocedí un poco para que mi espalda estuviese pegada a su torso mientras ella empezaba a tocar mi vagina lentamente.

Con su otra mano tomó uno de mis pechos y lo acarició suavemente. Sus labios recorrieron mi mandíbula y mi cuello mientras los míos temblaban de placer.

Mordí mi labio para no gemir en cuanto ella empezó a hacer movimientos circulares en mi clítoris y en mi pezón.

Ella de repente paró y me giró bruscamente. Nos miramos fijamente durante unos segundos con nuestras respiraciones agitadas y como si de un imán se tratará nuestros labios se unieron bruscamente.

-Mm... -Jadee en cuanto ella tomó mis muslos fuertemente y me apoyó contra la pared.

Sus labios recorrieron mi cuello y sus manos mis muslos mientras mis labios estaban entre abiertos y mis manos en su nuca mientras temblaba de placer.

De repente ella me tomó con más fuerza y salimos del baño, me tiró a la cama y abrió mis piernas sin cuidado dejando mi vagina a su vista.

Ella besó mis pechos, tocó mi clítoris, me dijo cosas sucias y luego me penetró con su enorme pene sin ninguna clase de cuidado.

Yo ahogué un grito y abrí mis ojos enormemente después  le di una bofetada por reflejo al sentir el palpitante dolor y ella me miró con el ceño fruncido.enterré mis uñas en la espalda de Lisa y mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Maldicion... -Dijo cuando se dió cuenta. -¿Por qué no me lo dijiste?

-C-callate... Sólo sigue.

-¿Uh? -Ella no dijo nada más y yo le di otra pequeña bofetada, ella me miró con su ceño fruncido pero no dijo nada.

Empezó a besarme y a follarme. -Hazlo duro, follame duro. Acaba conmigo.

Ella acomodó mis piernas en sus hombros y realmente empezó a follarme duro. Embestidas duras y deliciosas aunque dolían mucho.

Mientras me penetraba me miraba fijamente pero yo no podía sostenerle la mirada. Me estaba dando tanto placer que necesitaba cerrar los ojos. Una de mis manos tocó mi vagina y acaricié mi clítoris, mordí mi labio mientras ella aceleraba sus embestidas de una manera descomunal.

Empezó a golpear en mi punto g y los gemidos que estaba reteniendo salieron sin ningún permiso. Mis movimientos en mi clítoris se aceleraron al sentir mi orgasmo llegar.

Ella lo notó y de alguna manera pudo cogerme más duro.

Los músculos de mi vagina se contrajeron y apretaron aun más su pene lo cual hizo gemir a Lisa.

-Lisa... -No quería gemir su nombre pero fue inevitable y lo siguiente que salía de mi boca era únicamente el nombre de esta.

Ella también gimió mi nombre algunas veces pero cuando me lo susurró al oído fue todo. Me corrí salvajemente.

Lisa me penetró unos segundos más y también se corrió, besó mis labios y se tiró a mí lado en la cama, yo me los limpie y ella se rió al verme hacerlo.

-Pareces una niña.

-Pues está niña... -Fruncí mi ceño.

Niña... Niños...

¡Un jodido condón, maldición!

Rápidamente traté de sentarme en la cama pero me dolió mucho mi intimidad, aun así lo ignore y me senté.

-No te pusiste un maldito condón y no pienso tener hijos con una loca como tú.

-¿Qué? Oh, mierda. ¿No te estabas cuidando?