Reto día 4: ¡El árbol, empuja el árbol!

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Título: ¡El árbol, empuja el árbol!


Emma

–Y hasta el día de hoy no los han vuelto a ver. –Connor termina de leer la historia y yo estoy aterrorizada.

Por su culpa no podré volver a dormir en toda la noche o quizás ya no pueda volver a dormir en mi vida.

– ¿Eso es... verdad? –Pregunto preocupada. 

– ¿No se supone que Santa es bueno? –Creo que incluso Connor está asustado. Tampoco quiere que Santa lo secuestre. 

Se suponía que leeríamos un cuento navideño y terminamos leyendo una historia de terror o quizás sea cierta...

–Pues aquí dice que secuestra a los niños y luego se los come. Que los mete a su saco...

–Tranquila, aquí dice que Santa sólo visita las casas de los niños que se portan bien y yo no lo he hecho. –Dice Connor para tratar de tranquilizarme. 

-Pero yo sí me porto bien. Santa me secuestrara y me meterá en su saco. –Digo sintiendo un miedo que jamás había sentido antes.

–Tranquila, no permitiré que te lleve.  –Connor toma mi mano y la aprieta con fuerza, seguramente cree que así me sentiré a salvo y admito que funciona. Es mi hermano menor, pero en este momento me siento protegida a su lado.


(...)


Cenamos en silencio junto a nuestra familia que consiste en nuestros padres. Mamá está embarazada así que supongo que sumo a nuestra pequeña hermanita.

Mamá pone una película y conversamos, a medida que transcurre el tiempo me encuentro un poco más tranquila. Con Connor tenemos un plan para cazar a Santa por la noche, todo saldrá bien y nos convertiremos en héroes.

La noche pasa sin ningún problema, pero en un momento las luces se apagan y siento miedo. No quiero que un anciano gordo con barba que se supone que es bueno me secuestre.

Entonces presa del pánico, grito. Creo que igual escucho un grito proveniente de Connor.

Para el momento en que las luces vuelven y la casa queda iluminada, lo veo a él: Santa Claus. Está parado al lado de nuestro gran árbol navideño con una bolsa con regalos. 

Trae el saco en el que pone a sus víctimas y seré yo porque me he portado bien o al menos eso decía la historia llamada "La verdad sobre Santa Claus" que leyó Connor en internet. 

– ¡Aléjate de mamá! –Grito en cuanto veo al hombre cerca de mi madre quien me mira sorprendida. Pocas veces alzo la voz.

–Emma, mantente detrás de mí. Estoy armado, yo te protejo. –Dice Connor posicionándose adelante mío y veo que su arma es un florero que estaba a su lado.

–Connor, por favor baja eso. ¿Por qué querrías herir a...?

–Ho, ho, ho... Feliz navi... Espera, ¿por qué unos niños tan buenos querrían golpear a Santa? –El viejo habla con una voz que da escalofríos, jamás creí que mi navidad sería así.

El plan que tenía con Connor no funcionará, no contábamos con que vendría antes por mí. 

–No nos vas a secuestrar. Ya sabemos lo que planeas hacer. –Le hablo al hombre tratando de aparentar seguridad. 

–Emma... ¿de qué estás hablando? Connor, enserio baja ese florero no vas a golpear a nadie con eso. –Mamá utiliza ese tono que advierte problemas si no le hacemos caso. 

¿Cómo no se da cuenta del peligro que corre ahora?

–Ya sabemos que Santa secuestra niños. Connor encontró la verdad acerca de él y ahora está aquí. Nos planea llevar. –Digo pensando en cómo alejar a mamá sin que Santa le haga daño.

–Ho, ho, ho... Creo que se han equivocado. Yo traigo regalos, ¿quieren ver?

Mientras Santa deja su saco en el piso, a mí se me ocurre una idea. Todo sea por salvar a mi familia. Mi padre... Esperen, ¿y mi papá? Seguro Santa lo tiene secuestrado, eso me enfurece.

¡El árbol, empuja el árbol! –Escucho que grita Connor desesperado y en un impulso eso hago. Empujo nuestro gigante árbol navideño que cae encima de Santa.

– ¡Emma! ¿Qué hiciste? –Mamá se ve furiosa, ¿no se da cuenta de que la acabo de salvar?

Cuando veo en la dirección del árbol que aplastó a santa, me doy cuenta de que reconozco su voz. Se parece a la de...

– ¿Cariño estás bien?

¿Por qué mamá le dice cariño a Santa?

–No te acerques Emma. –Me dice Connor manteniéndose a una distancia de la escena entre Santa y mamá.

Entonces en cuanto Santa se quita la barba y el gorro rojo, reconozco a papá.

Cuando se levanta y se quita el traje, veo que viste la misma ropa que traía hace unos minutos.

¿No se supone que Santa llega a mitad de la noche? 

¿Por qué mi papá vestía su ropa? 

¿Seguiremos siendo los héroes o ahora somos los villanos?

– ¿Quién de los dos nos va a explicar lo que acaba de suceder? –Nos pregunta mamá observándonos molesta al igual que papá, quién se encuentra descansando en una silla.

Connor y yo nos miramos y sabemos que estamos en grandes problemas. Y lo peor es que creo que no nos darán nuestros regalos. 


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