Prologue

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—Un vaso con agua, tres hielos.

Me gusta subir mi ánimo teniendo conversaciones jugosas con el encargado de preparar y servir las bebidas en este lujoso edificio, creo yo que esa es la razón por la que nos hemos hecho amigos y conoce mi gusto por ahogar las penas en agua en lugar de alcohol. Muchísimos personajes exitosos vienen aquí seguido para tener charlas ejecutivas con posibles inversores, sé esto porque es lo que yo solía hacer cuando buscaba ingresos para mi marca adicionales a los que mi padre suele invertir.

—¿Qué tienes para mí el día de hoy?

—Es deprimente contestar eso cuando la única novedad hasta ahora, ha sido el robo a tu marca.

—Oh, es verdad.

Tengo mi pequeño imperio de fragancias, perfumería de lujo, del cual estoy muy orgullosa, mi marca ha encantado a todo ser vivo con una buena nariz y buen gusto, claro está. Sin embargo, he sido robada, engañada y traicionada por uno de mis colegas, el punto es que por su culpa he perdido una cantidad de dinero masiva y esa tragedia es la que me tiene aquí bebiendo agua con mi amigo el barman.

—Si te hace sentir mejor, una actriz muy famosa ha llegado esta mañana, se ha resbalado y al caerse, algo salió volando fuera de su sostén— amplié la mirada, eso sí era hilarante— mañana estará en todos lados.

—Dios, te quiero mucho, me ha hecho sentir mejor.

Sonríe.

—Un negroni—somos interrumpidos— por favor.

Permanecí quieta aunque el impulso de girarme para ver quién era dueño de esa colonia que se coló en mis fosas nasales, era intenso, usualmente nadie pedía de forma tan cordial algo en este país, sin embargo, por su acento... voy a mirarle, está a mi lado, de todas maneras.

Me encuentro con un perfil que cumple todos los estándares de esta sociedad, piel suave y buen tono, labios rellenos que diría son su atractivo, pero, luego me encuentro con unas cejas negras y pobladas que en definitiva son un factor dominante. Cuando vi su rostro, pensé en muchas cosas, como en lo afortunadas que eran algunas personas, no es que menosprecie mi apariencia ni mucho menos, pero reconozco el nivel, entonces, en medio de mi deseo de alimentar la mirada, sus ojos chocaron directamente con los míos.

Esa noche comenzó otro desastre.

—Lo siento— es lo que sale de mi boca.

Me regala una sonrisa despreocupada, sigo sin tener idea de quién es este personaje, no sé si es alguien importante o para qué industria trabaja, tal vez no es tan conocido en su campo, así como puede tratarse de un heredero pues tiene una apariencia joven, me atrevería a decir que podría tener mi edad.

—¿Nos conocemos?

—Estoy segura de que no.

—Tiene razón, la recordaría— mi amigo trae la bebida que pidió y se retira, mirándome con los ojos muy abiertos mientras el hombre me ofrece apretar su mano— Kim Seokjin.

Sigo sin tener idea de quién es.

—Hazel Han— inclina la cabeza, entrecierra los ojos y asiento, sonriendo— soy dueña de la fragancia que está usando.

—Por eso estaba mirándome— no precisamente, pero digamos que tiene razón— conozco la marca y su nombre, nunca su apariencia. Que honor.

Logra ganarse mi completa atención y nos enfrascamos en una conversación sobre negocios, me entero de que es dueño y creador de una marca textil donde son expertos en vestidos de novia, también fabrican otro tipo de prendas para distintos eventos, pero siempre acuden a ellos para bodas, tiene la sede principal de su empresa en el exterior, en Francia, para ser más específicos. Ha vivido allí durante veinte años, prácticamente toda su vida.

𝐐𝐮𝐞𝐞𝐧 𝐎𝐟 𝐃𝐢𝐬𝐚𝐬𝐭𝐞𝐫" 𝐤𝐬𝐣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora