Cap 9. Para que se quite el frío.

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―¡¿Que?! ― mi mente estaba algo borrosa, eso no puede ser bueno, Marc estaba exaltado, ¿Porque...? Ah cierto, le dije que se quitará la ropa.

― Quí-t-tate la ropa y a-brazame ― mis dientes seguían castañeando, no ayudaba en nada la cobija con la que ahora me cubría, por eso recordaba haber visto en algún lado que si alguien estaba sufriendo hipotermia y no habían las cosas necesarias para tratarlo otra persona podría darle calor, si se quitaba la ropa y lo abrazaba podría pasarle más rápido el calor corporal... Si, esto debía funcionar ― P-por fav-or... ¿M-arc?.

― Está bien ― dijo con decisión luego de unos segundos de silencio que me parecieron eternos, tal vez el pensó lo mismo que yo, Marc sabe muchas cosas, se levantó y comenzó a desvestirse, primero se quitó la camisa, luego se desabrocho el pantalón, me quedé observándolo con más atención de la debida, en la oscuridad no se veía mucho pero escuchaba como cada prenda recorría su cuerpo y caía al piso, por un momento me olvidé del frío, trague pesadamente mientras imaginaba lo que mis ojos no podían ver con claridad, al darme cuenta que mi mente se desviaba de esa manera mire a la pared. Me estoy congelando debo mantenerme en mis 5 sentidos, no debo dejar que mi mente divague. Marc volvió a sentarse en la tina y rápidamente se cubrió la espalda con su cobija, luego se medio acostó en la tina.

― ¿Puedes moverte? Acomodate a un lado de mi ― palmeo el lado de la cobija que estaba libre a un lado de el, temblando me levanté y avance hasta llegar a ese lugar junto a el, la cobija que me cubría se cayó mientras me movía, pero en esta situación había olvidado por completo la vergüenza o cualquier otro pensamiento similar, me estaba congelando solo quería calor, me acosté de lado en la tina, no cabíamos los dos en esta posición, Marc se removió un poco ― Siéntate en mis piernas, así cabemos los dos y te puedo pasar calor más fácilmente, además es mejor que estés boca arriba.

Le hice caso a Marc y temblando, comencé a moverme hasta esa posición, recargue mi cabeza en su pecho para que mi cabello no le pegará en la cara y luego el acomodo la otra cobija para cubrirnos a ambos.

― Estás muy frío, pareces una paleta de hielo gigante.

Solo seguí temblando, cubriéndome con la cobija mientras intentaba recuperar calor, Marc me abrazo por debajo de la cobija y puso sus manos sobre las mías, comenzaba a sentir la calidez de su cuerpo y a sentir mis dedos antes entumecidos, moví mis pies y los dedos de mis pies, mientras los movía para que la sangre me circulará con normalidad chocaron con algo, con los pies de Marc, los suyos también estaban fríos, no tanto como los míos, pero lo estaban, con intención acaricie sus pies con los míos, si los frotabamos, podrían calentarse, ¿Verdad?. Concentrado en mi tarea note algo, algo retumbaba en mi espalda, un corazón, pero a pesar de que el mío había vuelto a latir con normalidad, el que latía con fuerza no era el mío, era el de Marc, pero ¿Por qué?.

― Tus pies también están fríos ― le dije.

― Si, está haciendo mucho frío... ― silencio, no dijo nada más, yo tampoco pero empezamos a juguetear con nuestros pies, fue divertido, luego comencé a sentirme incómodo en esta posición, así que quise acomodarme, aunque ya había recuperado el calor, y la piel no me dolía, me sentía mucho mejor, suspire y comencé a acomodarme mejor, me puse de lado y mi mejilla se recargo en el pecho de Marc, pasé mi mano por encima, abrazándolo, así estaba mejor, una de las manos de Marc estaba por detrás de mi espalda, su otra mano comenzó a acariciar mi pelo, y yo lo acepte gustoso, era cómodo, cerré los ojos tranquilo, pero la mano que abrazaba a Marc comenzó un recorrido interesante por su abdomen, volví a abrir los ojos y note algo que había estado ignorando, el cuerpo de Marc, parecía hacer ejercicio, cosa que yo desconocía por completo, cuando estábamos juntos solo veíamos la televisión, leíamos y hacíamos cómics, pero no estábamos juntos todo el tiempo, por lo que el tenía una vida lejos de mi, que yo desconocía por completo y su cuerpo tonificado me reveló un poco de lo que hacía en ese tiempo, recordé la vez que Marc se quedó a dormir en mi casa, ese día el me cargo hasta mi cama... Me sostuvo entre sus fuertes brazos y me llevo hasta mi cama...

La Vida de Marc y NathanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora