Capítulo 1

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_Byul, por favor ven a desayunar_ Era la cuarta vez que Mingi llamaba a la pequeña, quien sin importar la insistencia de su padre continuaba mirando la televisión. _Llegaremos tarde, tu tío estará triste_ Intentó convencer pero aún así la adorable niña tenía su mirada fija en las caricaturas que se transmitían.

El alfa no tuvo más opción que apagar el televisor y levantando en sus brazos a su pequeña se la llevó para que desayunara por fin, se le hacía tarde en su trabajo y lo que menos quería era escuchar los regaños de su jefe.

_¡No! ¡No quiero!_ Gritó apenas fue sentada en su silla y observó el desayuno que tenía en frente suyo. _Tú cocinas feo, ¡extraño a papá!_ Levantó la voz haciendo que el rostro de Mingi sea una mezcla de impotencia y tristeza a la vez.

_Tu padre ya no está con nosotros, ¿Cuándo entenderás eso Byul?_ Fue sin pensarlo, pero no había vuelta atrás, Mingi ya había dicho aquellas cosas que hicieron entristecer a la niña.

Con sus ojitos llorosos la pequeña comenzó a comer, Byul entendía muy bien sobre lo que le ocurrió a su padre, pero aún así no podía evitar decir lo que sentía. Al igual que el alfa extrañaba a su papi, solo que ella era la única que seguía mencionandolo.
Mingi en cambio se prohibía a sí mismo siquiera nombrar a quien amó durante tantos años.

_Necesito que comas bien y no tardes, Hongjoong está esperando_ Murmuró con la cabeza gacha, y con un nudo en la garganta fue a buscar las cosas que siempre llevaba la pequeña.

Suspiró apenas estuvo solo, mordió sus labios evitando soltar algún sollozo, evitando llorar una vez más, evitando que su pequeña apareciera de la nada y lo viera con lágrimas en sus mejillas y sus ojos rojos como pasó ya muchas veces.

_Por favor... Ayúdame_ Murmuró mirando al techo, se sentía estupido al estar pidiendo ayuda a su difunto esposo, pero era lo único que le salía decir.

Abrazando la pequeña mochila de su niña cerró sus ojos y la imagen de su esposo se hizo presente. Eso no lo hacía sentir mejor, al contrario, sus ganas de llorar aumentaban. Pero verlo sonreír al menos en su mente le daba las suficientes fuerzas para continuar y poder criar a Byul.

_Papi... Ya estoy lista_ Murmuró Byul parada desde la puerta con la cabeza gacha mirando sus manitas mientras jugaba con sus dedos. _Papi, lo siento_

Ella odiaba hacer sentir mal a su amado padre, odiaba desobedecer, no queria que Mingi volviera a llorar a escondidas en las noches.

_Tu no hiciste nada malo cariño_ Dijo Mingi acercándose a la pequeña, la levantó en sus brazos y dejando un beso en su frente la acompañó a lavarse sus dientes antes de partir a casa de sus tíos.

•••

_Papi... ¿Iré a casa de los tíos para siempre?_ Preguntó Byul mientras Mingi abrochaba su cinturón asegurándose de que la pequeña estuviera segura en el asiento de atrás.

_¿No te gusta estar con tus tíos?_ Mingi siempre trataba de evitar ciertas preguntas, nunca sabía que decir a su pequeña, menos ahora que pasaba por su edad de hacer mil preguntas por día.

_¡Amo jugar con Joongie y Hwannie!_ Respondió feliz la pequeña.

_Entonces no veo ningún problema en que vayas con ellos_

_Pero... También quiero jugar con papi_ Eso para Mingi fue como una puñalada en el corazón.

Él sabía muy bien lo poco que pasaba con su propia hija, apenas se veían en las mañanas ya que en las noches cuando buscaba a Byul de casa de Hongjoong la pequeña siempre estaba dormida, a Mingi no le queda otra opción que llevarla en sus brazos y dejarla en su cama, darle un beso de las buenas noches sin que ella fuera capaz de escucharlo y así despertar con una sonrisa al día siguiente.

Papi Volvió A Sonreír «Yungi»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora