Se suponía que no debía hacer tanto frío, pero el viento golpeaba con violencia el rostro de Mingi a medida que este se alejaba.
Ni siquiera comenzó a anocher, pero el clima había cambiado como si estuvieran en el invierno más crudo.
Tal vez estaba siendo el primer día de invierno y no se daba cuenta, o tal vez estaba siendo demasiado sensible y sentía cada pequeño estímulo con más intensidad.Sus ojos estaban llenos de lágrimas, tanto que apenas podía ver por dónde caminaba, estaba ciego y solo movía sus pies para alejarse cuanto antes. Por su mente pasaban tantas cosas al mismo tiempo que pensó en que sería buena idea simplemente quedar inconsciente y así callar todo lo que sucedía en su cabeza.
La voz de Yunho llamándolo se calló, ya no corría más detrás de él, lo había perdido por fin.Durante toda su vida pensó en lo inmaduro de escapar de las cosas, nunca había salido de casa luego de una discusión con sus padres, pero esta vez solo quería correr.
Las dolorosas palabras de su padre fueron las que hirieron profundamente su corazón. No pensó que alguien como su propia familia lo lastimara así, y es que incluso lo hizo sentir como el peor ser humano del mundo cambiando a su difunto esposo por alguien más.
Entre sus pensamientos estaba Byul. Sabía que la había dejado allí, pero prefería eso a llevarla con él al frío mientras lo veía llorar.Miró hacia atrás, no había nadie cerca suyo y sintió la libertad de poder llorar sin que alguien se acercara a preguntar. Se sentó en un banco del parque, ni siquiera se había dado cuenta de que llegó tan lejos. Miró hacia el cielo y las lágrimas caían una tras otra sin parar.
Sollozaba mientras se abrazaba a si mismo, parecía un niño que extrañaba a su madre. Sus manos estaban congeladas al igual que sus pies y su nariz comenzaba a tomar un color rojizo.Estaba siendo algo difícil controlar su llanto, era como si él hubiera muerto de nuevo. Su mente oscurecía siendo incapaz de sentir calma, pues todo era angustia y dolor, solo había tristeza y es que ni siquiera había una pizca de enojo.
Para su suerte nadie pasaba por allí cerca, no quería dar explicaciones o recibir miradas de pena, quería estar solo y llorar.El sol por fin comenzaba a ocultarse y gracias a ello el clima se ponía cada vez más frío.
Por su mente pasó la idea de morir allí congelado, de acabar lo que sentía solo con quedarse allí dormido y dejar que la naturaleza se lo llevara.
Limpió las lágrimas en sus ojos, miró a su lado y se recostó sobre el frío cemento que le daba forma al banco donde estaba.
Se abrazó a si mismo una vez más y cerró sus ojos esperando allí el momento de partir.Sentir el frío en su rostro no le dejaba pensar en otra cosa, de repente su mente se puso en blanco y solo podía prestarle atención a su cuerpo y como este temblaba. En sus labios se dibujo una pequeña sonrisa pues pensó que había tomado una buena decisión.
Se mantuvo así por varios minutos, su cuerpo temblaba cada vez más pero no quiso darle importancia. Fue así hasta que sus mejillas mojadas por sus propias lágrimas comenzaron a arder, pues su piel se congelaba con rapidez. Sus manos estaban de un notorio color morado y apenas podía sentir sus dedos.
Su nariz parecía caer en cualquier momento y sus pies al igual que sus manos eran difíciles de mover.Fue ahí cuando el miedo apareció. Al tener su mente libre su cuerpo reaccionó y no de la forma que él esperaba.
Aún así no quiso moverse de allí.
Su corazón ya no latía como antes, podía sentirlo lento y bajito. Debido a esto comenzó a sentirse adormilado, sus ojos pesaban cada vez más y no tardó mucho en quedarse dormido allí.Yunho quien lo había buscado por varios minutos llegó al parque, no fue difícil encontrarlo allí pues había escuchado a personas comentar sobre un alfa durmiendo en el frío sobre una banca.
El alfa corrió para llegar a Mingi cuanto antes y al llegar su corazón volvió a latir, lo había encontrado._Mingi_ Llamó acercándose a él y quitándose su suéter lo dejó sobre el alfa.
Mingi abrió sus ojos al sentir sus manos cálidas una vez más, y esto gracias a que Yunho las cubría con sus propias manos.
En ese instante las lágrimas aparecieron nuevamente._Vamos a casa_ Dijo el alfa pero Mingi negó de inmediato.
_Puedes hacerme un favor_ Murmuró Mingi, sus ojos estaban hinchados y sus labios agrietados por el frío. _Llama a Seonghwa y dile que busque a Byul_ Pidió mientras su mirada se mantenía en el suelo, no podía mirar a los ojos de Yunho.
_Yo iré por ella no te preocupes pero vamos a casa primero_
_No, no dejarán que tu la lleves y yo no quiero volver allí_
Yunho por fin entendió y solo pudo abrazar con todas sus fuerzas al alfa, quien se mantenía estático sin poder moverse, sin hacer una sola mueca o siquiera respirar, era como si estuviera abrazando una estatua fría.
_Por favor Mingi, vamos a casa_ Pudo decir Yunho aunque en su garganta había un nudo que le impedía hablar bien.
_¿A casa?_ Mingi parecía estar sin alma, como si estuviera apagado. _No quiero ir a casa_
Por unos largos segundos se mantuvieron en silencio, por la mente de Mingi pasaban mil ideas destructivas que lo hacía desear más el no estar allí.
Por otro lado Yunho intentaba pensar cómo hacer para que el alfa que tenía en sus brazos volviera a sonreír tan bonito como la noche anterior.
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Papi Volvió A Sonreír «Yungi»
FanficMingi un alfa que luego de perder el amor de su vida y padre de su preciosa hija tiene que encontrar la forma de trabajar y cuidar a su pequeña de cinco años. •Omegaverse alfa x alfa •+18 •Yungi, Seongjoong, woosan, jongsang •Historia completamente...