Un adolescente que conoce a su amor imposible y cumple el mayor sueño de su vida.
Y una famosa en búsqueda de cariño sincero.
¿Que podría salir mal?
Esto es solo ficción, no busco ofender ni degradar a nadie con esta historia ;3
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Joaquín estaba encerrado en su habitación a oscuras. Si, por fin estaba en su propia casa. Ya por fin tenía los muebles más necesarios como para poder vivir solo.
Aparte de que Jenna iba a ir a pasar la noche a casa de su familia así que no podía quedarse en el departamento de su pareja. Era de madrugada y se sentía con ganas de escribir.
Se puso a pensar en sus últimas canciones, letras muy profundas y sentía que había dejado un poco de lado el ritmo y el que sean disfrutables más allá del significado.
Por lo que se puso una instrumental medio techno, retro e inclusive algo electrónica.
"Chunky! Looking for them girls with the big old hoops That drop them down in Daisy dukes (I wanna get down) Yeah them the ones I'm trying to recruit I'm looking at you Yeah, you baby"
Pero no le convencía mucho... Así que siguió probando...
Pero como en la madrugada de todo hombre llego ese momento donde nos ponemos pensativos y sentimentales...
"It's a beautiful night, we're looking for something dumb to do... Hey baby, I think I wanna marry you... Is it the look in your eyes or is it this dancing juice? Who cares, baby, I think I wanna marry you..."
Esta letra le gustaba más. Creía que sería más fácil de desarrollar. Estuvo hasta altas horas de la madrugada escribiendo. Tanto que se quedó dormido con el celular encendido...
Se despertó casi al mediodía. Al ver su celular no tenía ningún mensaje, raro.
Se levantó y se hizo algo de almorzar. Hoy tenía unas grabaciones que pronto saldrían. Básicamente iba a robar.
¿Por qué?
Iba a grabar las mismas canciones, solo que en una versión "en vivo" y acústica.
Tenía que ir por la tarde al estudio. Luego de almorzar le sorprendió que Jenna no le hubiera enviado un mensaje, siempre le envía uno de buenos días bien temprano.
Se duchó y se fue a visitarla al departamento. Al llegar nadie le abría pero sabía que ella estaba allí.
La llamó por teléfono y le cortó la llamada, luego de unos minutos le abrió.
Estaba muy despeinada, con unos shorts comunes y una camiseta ancha puesta.
Que bueno saber que estás viva- Dijo Joaquín sarcásticamente mientras pasaba al departamento.
