—¿Por qué me estás buscando? ¿¡Por qué después de todo este tiempo?! ¿Yo qué tengo que ver con tu familia?— insistió Ainsley por saber.
Luke se quedó patidifuso, no se esperaba encontrar a Elise – o ahora mejor dicho, Ainsley – tan rápido. Sabía que la pequeña estaba viva debido al hecho que su sangre de realeza le daba más esperanzas de sobrevivir, pero no se esperaba que estuviese viviendo tan cerca del lugar donde la dejaron abandonada hacía diecinueve años.
El joven se acercó a ella con cautela, procurando no asustarla más de lo que estaba.
—No es por mi familia que te busco.
—Acabas de decir que me buscas para salvar a tu familia, que yo era la 'clave' y la solución de sus problemas.— le recordó.
Luke se apretó las sienes. Sólo dijo eso para evitar explicarle la verdad a una desconocida, no quería hablarle sobre Arcanara y la verdad sobre Elise. Ahora iba a ser más difícil convencer a la joven testadura de que la acompañase.
—Te busco porque necesito que vengas conmigo a un lugar, al lugar donde realmente perteneces.— admitió.
Ainsley se levantó rápidamente del suelo, frunciendo el ceño y preparando su escoba para pegarle si acaso intentase algo.
—No pienso ir contigo a ningún sitio.— le amenazó.
Chance, el perro pastor, comenzó a gruñir y a interponerse entre los dos, casi como si supiera que Ainsley se sentía en peligro. La joven tenía la mirada clavada en el chico que aún permanecía sentado sobre la hierba.
—¿Quieres calmarte y escucharme? Quizás entiendas por qué te necesito.— dijo, molesto.
La joven siguió apretando la escoba, y el perro continuó gruñendo entre sus piernas. Luke tampoco se movió de su sitio, pero estaba listo para relatar su historia.
—Adelante, cuéntame tu historia de locos. Vamos a ver cuánto duras en el manicomio cuando venga el doctor.
—Vengo de un lugar... horrible. El gobernante del reino es un hombre sin piedad que no duda en destruir cualquier pequeña cosa que se interpone en su camino. Mató a la antigua reina, y se auto-proclamó el rey hace casi veinte años. Desde entonces, es un lugar frío, oscuro incluso de día, árboles y plantas que se marchitan poco a poco, repleto de enfermedades y tristeza... Todos estamos deseando poder huir de él, solo que nadie ha podido... hasta ahora.
Ainsley se cruzó de brazos, aún sosteniendo la escoba, incapaz de creerse la historia surrealista de Luke.
—Muy gracioso, la única reina que hay en este país es la reina Victoria. Si piensas que me voy a creer semejante historia estás muy equivocado.
—No me refiero a este país.— interrumpió Luke.
Ainsley arqueó una ceja.
—Ah, es verdad, que estás loco.
Luke no sabía muy bien cómo convencer a la joven que no estaba enfermo, que no era un hombre intentando aprovecharse de una chica campesina. Ainsley era muy testadura, no se la convencía fácilmente, y mucho menos se la engañaba. Su apariencia suave y sutil era un engaño, una máscara de una personalidad más agresiva.
Al joven se le ocurrió lo que decir para mantener a la joven cerca y atenta.
—Yo conocí a tu madre... A tu madre biológica. ¿No quieres saber nada sobre ella?
Eso sí que le captó la atención. Como cualquier niño adoptado, ella siempre había tenido esa pequeña curiosidad de quién podría ser su madre, cómo era, por qué la abandonó, si se parecían físicamente o de personalidad... Pero aún dudaba de la historia del joven Luke. No supo por qué, quizás porque deseaba con fuerza que fuese verdad, pero le dio una oportunidad.
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El Regreso de la Princesa Hada
FantastikLa vida de Ainsley, una joven campesina en Escocia, da un giro inesperado cuando encuentra al caballero desterrado Luke malherido en el bosque. Luke proviene de Arcanara, el reino de las hadas, gobernado por el malvado rey Kaius, quien ha lanzado u...