Kaizoku: Kimetsu no Yaiba [traducido]

CAPÍTULO 50 - Colapso

"Hmm."

Zoro se detuvo en seco y miró a su alrededor. Percibió que una presencia se desvanecía. Era la segunda que había sentido mientras recorría los interminables pasillos.

"Alguien murió de nuevo", murmuró para sí mismo.

Su semblante se volvió más serio.

Se topó con una habitación llena de hielo. Había pasarelas sobre un lago cubierto con tablas rotas en el suelo. Se dio cuenta de que una batalla había terminado no hace mucho. A simple vista, encontró a Shinobu y Kanao al final de la habitación. No percibió peligro a su alrededor.

Se sorprendió al descubrir a Kanae yacer sin vida en el suelo de madera. Shinobu y Kanao se alegraron de verlo, pero no pudieron expresar ningún saludo ante el dolor que sentían por su difunta hermana.

"Ella era una de las dos", dijo Zoro, rompiendo el silencio.

"¿Sentiste su partida?" preguntó Shinobu. Mantuvo su tono habitual a pesar de los ojos húmedos.

Zoro asintió, "No sabía quiénes eran. Hubo otra".

Observó sus heridas y se dio cuenta de que habían ganado una batalla difícil.

"El oponente..."

"Fue el que mató a Kanae la primera vez. Luego la mató de nuevo hoy". Su voz temblaba.

Zoro percibió el arrepentimiento en las palabras de Shinobu. Observó su amplia Nichirin en el suelo junto a la hoja de su hermana mayor.

"Entonces hiciste lo que Kanae no pudo", dijo Zoro. Tenía la intención de elogiar.

"No digas eso", lloró Shinobu. No pudo aguantarlo más. "Murió protegiéndome una vez más".

Zoro se inclinó y recogió el cuerpo de Kanae.

"¿Qué estás haciendo?" exclamó Kanao incrédula.

"Merece descansar en paz. La idea de dejar que la sombra permaneciera tanto tiempo tal vez no fue una buena idea. Pero, de nuevo, no me importa juzgar a Ubuyashiki, lo que sea que él tenía en mente, mantener a Kanae caminando después de ser devuelta a casa entera. Lo mismo sucedió con ese viejo Kuwajima".

Zoro observó los ojos molestos de Shinobu.

"Eso es lo que quiero decir". Le señaló furioso. "Estamos en una batalla y estás permitiendo que tus emociones te den tiempo para sentimientos. Aquí, de todos los lugares".

"¡Bestia sin corazón!" replicó Shinobu.

"L... lo que ella dijo", agregó Kanao, sin atreverse tanto como su hermana.

Zoro se calmó.

"Pueden discutir todo lo que quieran una vez que salgamos de este lugar".

"Eres una persona única", elogió Kibutsuji. "Puedo decir lo mismo del espadachín de cabello verde, pero hay algo diferente en tus técnicas de combate. Luchas con precaución".

Law no respondió. Había sido una larga batalla, y creía que el tiempo para las conversaciones había terminado. El laberinto giró varias veces durante su batalla, con la esperanza de que Kibutsuji obtuviera alguna ventaja. Law se aseguró de no perder de vista a Kibutsuji. No podía permitirse perderlo por segunda vez, especialmente después del encuentro previo con Zoro.

La Fruta Ope-Ope de Law agota su resistencia con cada técnica. Con la batalla prolongada, sabía que era mejor no depender completamente de sus habilidades de Fruta del Diablo por mucho tiempo. Había compensado dichos poderes con su Haki, lo que parecía darle una ventaja adecuada contra el tremendo arsenal de ataques del Rey Demonio.