Mil agujas atravesaban tus nervios, gritar no funcionaría de nada porque simplemente no lograbas emitir algún sonido.
¿La muerte dolía tanto?
No, claro que no estabas muerta, respirabas, cada calada era un dolor infernal, solo se escuchaba el sonido de un pitido nada agradable a tus oídos.
¿Moverte?
Impensable.
Cada fibra de ti dolía y ardía como si hubieras sido golpeada sin piedad.
Tal vez ese era el castigo de no llegar a la dichosa "Llegada a Casa".
Donde toda existencia viva se volvía una sola con el hermoso sonido de flautas de eximios junto a las maravillosas palabras de la reina que acompañarían el final.
Sí, seguramente esto era el castigo que les llegaba a los soldados al morir en batalla.
Los sonidos alrededor se desvanecían lentamente dejando nuevamente el silencio de tu propia existencia.
Una voz resonaba a lo lejos, no, parecía ser más de tres personas, hombres, mujeres, ¿quién sabe?.
Solo querías silencio pero tu instinto de soldado te hizo reaccionar.
-¡Ella no debería estar aquí!
Una evidente queja de un hombre con una voz muy grave sonó.
-Es solo una niña, ese lugar fue una masacre, me sorprendió incluso encontrarla con vida.
Otra voz, esta vez sonaba cálida y triste, aquel hombre que hablo guardo silencio.
-Aún no sabemos siquiera si va a abrir los ojos, el estado de su cuerpo es...
Una mujer no termino su frase pero podía notarse el dolor en sus palabras.
No sabias de que hablaban o tal vez sí, el cuerpo seguía doliendo pero no como antes, tampoco luchaste en intentar abrir los ojos.
No querías, no lo deseabas porque si lo hacías y veías que realmente habías sobrevivido, sería peor.
Cerrar los ojos con fuerza era lo único que importaba, antes de que las voces siguieran su conversación, una vez más, lo mejor era dormir profundamente.
¿Un pitido? ¿Quejidos?
¿Qué era aquello que sonaba? No lo pensaste mucho pero parecía muy importante porque mucha gente parecía ir y venir sin importar mucho que se encontraban más personas lastimadas en aquel lugar.
¿Qué clase de locura había iniciado?
Que la reina te de fuerzas porque no entendías y tampoco querías saber que pasaba.
Aun así, ahí estabas, esperando por algo o creyendo que en algún momento por fin llegaría el final.
-Es un bebé, muy fuerte y muy sano.
¿Un qué?
Inmediatamente de nuevo la alarma o sonido extraño inundaba tus oídos, era molesto sí pero todos alrededor parecían reír de felicidad.
¿Qué era lo que estaba pasando?
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La chica sin Iris
FanfictionSiempre pensaste que dar la vida en guerra era la única manera de vivir, las noches fueron frías y solitarias, todo lo en lo que creías se desvaneció durante esa última batalla, la única sobreviviente, la única que sabe la verdad. Tu surte puede cam...