"El corazón es el que elige, no importa lo mucho que difiera tu sentido común"
-Entra querida el está adentro esperando por ti-. La sonrisa y la voz de aquel ser me daban escalofríos, aunado a un aura oscura. Era la ejemplificación perfecta de un mago de la luz corrompido.
-Estare esperando por ti para llevarte a la mansión-. Es lo último que alcanzó a escuchar de quién se dice mi familia, antes de entrar a la habitación.
Oscura y algo fría.
No me atrevo a seguir, al verlo de espaldas junto a la cama.
Derrotado, despojado...
-Severus-. Apenas un murmullo audible en aquel silencio.
Oculto en un mundo inaccesible, ajeno a cualquiera.
-Severus-. Doy otro paso.
¿Sientes las rocas seder al borde del peñasco a punto de caer en el mar embrabecido?
-Has venido lirio-. Su voz, áspera, cargada del dolor de un corazón hecho pedazos.
Lentamente se gira hacia mi, mostrándome su rostro bañado en lágrimas y en su mirada locura, dolor y ausencia.
-Amor, tuve un horrible sueño dónde te perdía,
Por mi culpa tu morias,
Y te olvidaba Lili, a ti y a nuestro pequeño.Ante mi, el hombre, el genio, el mago, cae de rodillas aplastado por la carga de sus sombras.
Con pasos vacilantes me acerco a la figura de aquel hombre y me uno de rodillas ante el.
Levanta su mirada, pero no me reconoce, su mente atrapada en un sueño.
-Pero mírate, estás aquí, mi amor, puedes perdonarme?
Más lágrimas caen por el rostro del hombre que amo, pero no es a mi a quien añora.
La mujer a quien quiere acaba de morir en manos de su padre y su hijo, su pequeño, será entregado a bestias muggles.
Severus, que te han hecho, mi amor.
-Te perdono.
Una sola lágrima cae por mi mejilla, cuando con desespero me estrecha entre sus brazos, rompiendo en llanto con gritos cargados de angustia.
Mientras esté con vida, tienes mi lealtad y mi amor, a pesar del engaño y el dolor, siempre estaré contigo.
A. Malfoy