"NO EXISTE NI EL BIEN NI EL MAL, SOLO EXISTE EL PODER Y PERSONAS DEMASIADO DÉBILES PARA EJERCERLO"Lord Voldemort
-Tía?-. Una voz infantil de un suave murmullo.
Hace tiempo se había hecho de conciencia que elevar la voz e incluso llorar no estaba permitido.-Tía?-. En está ocasión no lo había podido evitar, su estomago dolia, dolia mucho.
-QUÉ TE HE DICHÓ FENOMENO?-. increpo con el gesto ajado de molestía, alzándose erguida sobre la fragil figura de aquel niño de apenas 4 años.
-Tía, hambre-. Dijó apenas, agasapado, rodeando su figura con sus delgados bracitos, temblando con temor.
-Y CREES QUE ME INTERESA, ERES SOLO UN ESTORBO, QUE NADIE QUIERE, UN INSULTO...
No, no, no.
Basta.
Por favor.
-Harrison! Despierta!
-Es solo un sueño, una pesadilla!
No podía escuchar, lo que como murmullos lejanos trataban de persuadirlo de despertar.
Una sensación asfixiante lo apresaba, un miedo aberrante de abrir los ojos y constatar de que quiza haya sido un sueño más en su afan de escapar de aquel maltrato indigno.
Tal vez, una paliza más de parte de su tio, acompañaría a sus padres y no sufriria más de aquel requisio de soledad y anhelo.
Su respiración jadeante, caía en un colapso, sus manos frias, sus dientes en un sonido vicioso castañeaban.
No otra vez, NO OTRA VEZ!
Sus paredes mentales, reflejaban una y otra vez aquellos recuerdos, que preferiria olvidar.
-Fenomeno, no sabes cuanto me pones, ven aca-.
Todo era oscuridad, solo esa voz, esas voces que tanto lo atormentaban.
-Tus padres no te quisierón, por eso te abandonarón, prefirierón morir antes de soportarte.
No es verdad,
mis padres me aman,
mamá me amó, mi padre pronto,
pronto estaré con el,
tendre a mi familia.NO!
Luego silencio y oscuridad, paz y tranquilidad.
No sentía más.
Papá-. Dichó en un murmullo, fue el resultado de su ultimo pensamiento conciente.
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En otro escenario, a kilometros de distancía, en un castillo de magnificencía imponente, estaba aquel mago de naturaleza oscura.
En las profundidades del castillo, una voz retumbante en écos entre aquellos recovecos desolados.
Cubierto con una capa y túnicas con esmerados simbolos runicos.
Conjuraba ante los ocultos, ante quien el valiente sucumbiria al miedo, pero quien sin alma sucumbía a sus deseos.
Sanguis servuli, hostis indictus.
quaerite et invenietis, venite ad me.
succumbunt tenebris.~
la sangre del sirviente, declaró al enemigo.
buscad y encontraréis, venid a mí.
Sucumbirán a la oscuridad