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Jacob besó los labios de Clarissa, podía sentir la tensión aún en su cuerpo y solo deseaba que volviera a su estado anterior de paz.
—Te tengo una sorpresa.—Dijo mientras se ganaba una mirada de todos los presentes con excepción de Josh, él no entendía.
—¿Ah sí?— Dijo pasando sus brazos por su cuello.— ¿me lo darás ahora?
—Debemos ir y si—Dejó un beso en su cabello.— Ahora, vamos.
—¿Podemos ir todos?—Dijo Quil y Jack a la vez.
—Sí, antipáticos.
La manada empezó a caminar, incluyendo al joven Colin, con quién Jacob había tenido una larga plática, todos parecían emocionados, incluso los cachorros miraban de reojo a la madre de la manada y daban risitas emocionadas.
—Siento que todos saben algo menos yo —Dijo Josh en el oído de Leah, todos lo habían escuchado.
—Sh... Si te digo ella se enterará.
—Está lejos, vamos, dime, Leah.
—Silencio, Lee-Lee.—Dijo Jack apurando su hombro mientras llevaba de la mano a Megan.
— Solo espera un poco, cariño.—Dijo Leah sin pensarlo mucho, mientras seguía su camino.
Aquello hizo sonrojar a su impronta.
Pronto llegaron a una zona en la que el bosque cambiaba a la zona de la playa, justo antes de llegar al límite pudo distinguir una construcción que antes no estaba allí.
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Era una pequeña casa, algunas herramientas y piezas de madera todavía estaban fuera del lugar, todavía llevaba el color natural de la madera externa y el jardín no se había asentado, los ojos de Clarissa empezaron a humedecerse.
