Capítulo 03

4.5K 326 11
                                    

Clarissa sollozó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Clarissa sollozó.

Seth la había ignorado totalmente y ella no dejaba de preguntarse qué había hecho mal.

¿Su madre se había enojado por encontrarlos besandose?

Probablemente, pensó.

O tal vez su hermana finalmente había logrado que él se alejara.

No lo sabia.

Su hermano la miro con preocupación pero siguió en silencio mientras cargaba su mochila.

—Clark—Dijo Jack mientras veía como su hermana pasaba de largo la puerta del aula en la que le tocaba clases

—¿Ah?—Preguntó mientras se secaba las lágrimas.

—Aquí es tu clase.

La chica asintió dejando un beso en la mejilla de su hermano entrando arrastrando la mochila.

Durante la clase se mantuvo en silencio mientras que se sentia pequeñísima.

Seth se encontraba sentado al frente junto a Embry mientras su primo había tomado asiento a su lado.

Salió de la clase de química con más preguntas que respuestas cuando repentinamente los tres chicos se habían puesto de pie de un salto y salido corriendo hacia quien sabe dónde sin mirar atrás.

Clarissa apretó su enorme polera negra que llevaba encima, deseaba volver a casa, sin duda, dónde no le dolía el corazón.

—Hola.—Saludo Clarissa entrando a la  casa de su abuelo, su madre estaba trepada en una escalera limpiando las cortinas.

—Mi amor—Saludo su madre, Marie Anne bajando a abrazarla.

—Mi nieta favorita.—Dijo el abuelo Quil desde el sofá, a su lado se encontraba mirandola con seriedad Sam Uley.

Clarissa lo conocía, Seth se lo había presentado y ella sabía que era quien le daba trabajo al chico y a su primo, y su esposa, Emily, era una mujer realmente encantadora.

—Hola, abuelo—Dijo dejando un sonoro beso en su mejilla, se giró a mirar al hombre y asintió hacia él.—Hola, Sam.

Sam Uley analizó de inmediato a la chica, no era la chica de brillantes ojos marrones que había conocido hace unos días, sus ojos estaban hinchados y estaba vestida con ropa oscura, llevaba su cabello desordenado y parecía realmente triste.

Sam se preguntó si había tomado la decisión correcta.

—Hola, Clarissa.

—Tu padre está en la cocina —Señalo su madre.—Ve a comer, hace días que no comes bien.

La chica apretó los labios pero obedeció.

Sam recordó a Seth, quien parecía haber perdido el apetito también a pesar de transmutar con frecuencia, el niño extrovertido e imparable había, por primera vez, parado en seco.

IMPRONTA || Jacob BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora